Absurdas y sádicas paradojas chapinas


Eduardo_Villatoro

Al leer informaciones de los diarios impresos, a menudo ilustradas con fotografías relativas a los sucesos noticiosos, arribo a la empírica conclusión que vivimos en un país plagado de paradojas, como lo ejemplifico enseguida y que se refiere a casos y fechas diferentes.

En primera plana de La Hora del lunes anterior se observa una escena que evidencia los destrozos que causó el piloto de un autobús del servicio extraurbano, con saldo de dos personas fallecidas y numerosos heridos. Accidentes como éste ya no asombran, porque frecuentemente ocurren otros percances con consecuencias fatales mucho más graves.

Eduardo Villatoro


  Días antes Prensa Libre dio a conocer que durante una vista pública realizada en la Corte de Constitucionalidad, en torno al rechazo de propietarios de empresas de transportes extraurbanos a la vigencia del reglamento que obliga a implementar los sistemas de prepago y de posicionamiento global (GPS, por sus siglas en inglés), para proteger a cientos de miles de pasajeros de esos vehículos, el economista Edgar Guerra, presidente de la Asociación de Usuarios del Transporte Urbano y Extraurbano, fue agredido física y verbalmente por varios de esos empresarios, como se observa en las gráficas, cabalmente en el vestíbulo de la CC, ante la impasible mirada de agentes de seguridad de esa institución.
  
Si eso sucede en las instalaciones del máximo tribunal de justicia  constitucional, se puede usted imaginar los abusos, atropellos y otras canalladas que cometen pilotos de ese servicio de transporte en aisladas cumbres y alejadas carreteras, al margen de velocidades vertiginosas en que circulan las sobrecargadas unidades, rebasando en curvas y aplicando tarifas a su antojo.
 
En el mismo matutino, el martes pasado sobresale la sonrisota que dominaba el rostro de una mujer al salir del Tribunal Décimo Penal, que la condenó a cuatro años conmutables a razón de Q100 diarios y la multó con Q3,500, al haberla  encontrado culpable de haberse apropiado de más de Q3 millones en su calidad de tesorera del Zoológico La Aurora. ¡Como para que no estuviera jubilosa! Sin embargo…
 
Sí; el viernes 30 Siglo.21 agrega que ese tribunal condenó posteriormente a María Antonieta García Cevallos al pago de responsabilidades civiles por Q3.3 millones. Pero surge un sencillo obstáculo que consiste en que, al parecer, la sonriente imputada no cuenta con ese dinero para reembolsarlo al Estado, y no se informa si fiscales del Ministerio Público le ubicaron alguna cuenta bancaria.  
 
En otra faceta noticiosa, los diarios impresos informaron del enfrentamiento verbal, que estuvo a punto de convertirse en una pelea a trompada limpia, entre circunspectos personeros de filantrópicas asociaciones patronales y rudos representantes de organizaciones indígenas y campesinas, a causa de divergencias sobre la iniciativa de la ley de desarrollo agrario.    
 
Como suele ocurrir, los ilustres dirigentes de las Cámaras del Agro y de Comercio tildaron de ignorantes a los dirigentes populares, pero el tono de la algarada llegó a la cima de la enjundia enciclopédica de los dueños del país, cuando a grito pelado preguntaron las razones por las cuales Guatemala no ha cancelado sus relaciones diplomáticas con naciones cooperantes con grupos de la sociedad civil, como indígenas y campesinos. ¡Qué derroche de argumentos propios de avezados politólogos!
  
(Cuándo llega a un latifundio, el reportero Romualdo Tishudo lee este paradójico letrero: –Si no sabés leer ni escribir, en la casa patronal te enseñamos. Traés cuaderno y lápiz).