La población de Mataquescuintla, municipio del departamento de Jalapa, se manifestó ayer en una consulta popular sobre el proyecto de explotación minera en esa región y el resultado fue abrumador en contra de cualquier intento de extraer minerales en ese territorio. Casi de manera unánime, los ciudadanos que acudieron a las urnas rechazaron el proyecto minero y ahora las autoridades tienen que actuar en consecuencia porque no se puede pasar por alto ese claro mensaje.
En Estados Unidos acaban de realizarse elecciones presidenciales pero en la misma fecha y con el mismo procedimiento se realizaron muchas consultas a los ciudadanos sobre temas de interés nacional, estatal y municipal que fueron resueltas por la decisión de las mayorías. Van de temas tan conflictivos como el de la aprobación para uso recreativo de la mariguana vendida legalmente y cultivada de manera abierta, hasta asuntos más domésticos como si el dinero de los impuestos de una ciudad se debe destinar al incremento de las necesidades de educación.
En todos los casos la voluntad popular es atendida y acatada. Aún en los dos estados que legalizaron el uso de la mariguana, el gobierno federal que se opone a la legalización de la droga deberá respetar la voluntad de los ciudadanos porque ese es el fundamento de la democracia en Estados Unidos. En Guatemala, prácticamente todas las consultas que se han hecho sobre el tema de la minería han dado el mismo resultado de rechazo, pero las autoridades se pasan por el arco del triunfo la voluntad popular porque pesan más los acuerdos hechos con la industria minera que les reporta ganancias ilícitas a muchos funcionarios públicos.
El tema es, al final del día, de gobernabilidad y de paz social, puesto que si la gente habló de manera tan clara y no se toma en cuenta su decisión, es natural que luego vengan conflictos como los que se han dado en otros municipios del país donde mandaron al diablo lo dispuesto por la gente.
No olvidemos que en el proyecto de nueva ley de minería presentado por el Ministerio de Energía y Minas pero que según es del dominio público fue elaborado por intereses canadienses, se elimina el requisito de la consulta popular y ni se menciona la necesidad de tal procedimiento. El mismo, sin embargo, está regulado en convenios internacionales que son ley para la República de Guatemala y por lo tanto hay que acatarlo y cumplirlo.
Mataquescuintla dio una respuesta categórica, hablando claro y fuerte sobre el tema de la minería de minerales. Imposible pasar por alto esa decisión popular y pretender que no surja ningún conflicto.
Minutero
Mejorar la construcción
demanda más que un reglamento;
con pobreza y corrupción
todo cae en un momento