Abre Festival del Cómic en Angulema


Un hombre lee un libro de cómic en el inicio de la 35 Edición del Festival Internacional del Comic en Francia.

Presidida por el dibujante argentino José Muñoz, la trigésimo quinta edición del Festival del Cómic de Angulema, el más importante de Europa, abrió ayer sus puertas con una programación muy creativa que testimonia la envidiable salud de que goza el sector.


A mediodí­a, los fans llegaban en grupo a los puestos «burbujas» que albergan reuniones y exposiciones, en el corazón de esta localidad del suroeste de Francia.

Casi mil autores de historietas llegarán hasta el domingo para las dedicatorias y contactos con el público.

Para esta ocasión, los organizadores han decidido suplir el 30% de superficie perdida, respecto a anteriores ediciones, con un programa dinámico que se prolongará hasta el 27 de enero.

En 35 años, Angulema se impregnó de esta cultura del cómic, hecha de creatividad y libertad.

La calles aledañas a la muestra lucen fachadas decoradas con frescos gigantescos de los personajes más famosos del cómic.

Durante sus cuatro dí­as de duración, los dibujantes firman sus obras dondequiera que se encuentren. No es de extrañar verlos estampando sus firmas en cafeterí­as, comercios o incluso pescaderí­as.

Esta gran cita europea de los aficionados al cómic atrae anualmente a unas 200 mil personas, de las cuales entre el 5% y el 7% procede del extranjero.

Un entusiasmo que da fe de la buena salud económica del sector, cuyas cifras dejan aleladas a las demás ramas editoriales.

Con más de 4.300 publicaciones en 2007 en Francia, Suiza y Bélgica, la producción está en alza por duodécimo año consecutivo ( 4,4% respecto al 2006) y la mayorí­a de las editoriales apuestan por este género.

«Se ha podido pensar que esta producción abundante podí­a acabar siendo nefasta para las historietas, pero aparentemente no es el caso», se felicita Benoí®t Mouchard, el director artí­stico del Festival.

En 2007 se vendieron quince obras con tiradas superiores a los 100 mil ejemplares, llegando a 300 mil en las creaciones más arraigadas entre el público.

Además, desde hace unos años surgió una generación de autores que rompen moldes, como Joann Sfar («El gato del rabino»), Marjane Satrapi («Persépolis») o Lewis Trondheim.

Gracias a ellos, la llamada novela gráfica –un dibujo rápido que cuenta una única historia en cientos de páginas– se ha hecho un hueco junto a los álbumes tradicionales, con una excelente acogida.

«Artí­sticamente el cómic, reputado difí­cil, atraviesa bien las fronteras. Mejor que los best-sellers hexagonales», recalca Benoí®t Mouchard.

La nueva generación estará presente en esta edición del festival, presidida por José Muñoz, especialista del blanco y negro y del cómic de aventura.

Nacido en Buenos Aires en 1942, Muñoz conoció «la edad de oro» de las historietas en Argentina, a las que rinde homenaje a través de una gran exposición en Angulema.