Abre Año Polar Internacional


Alerta. Varias organizaciones sociales, como Greenpeace, han realizado varias actividades para aletar sobre los efectos del cambio climático.

El Año Polar Internacional (API, 2007-2008) se abrió hoy en Parí­s con el objetivo de alertar sobre la situación en los Polos Norte y Sur, donde las consecuencias del calentamiento climático empiezan a notarse con repercusiones en todo el planeta.


Durante este año, deben llevarse a cabo 200 proyectos cientí­ficos a cargo de más de 50 mil investigadores de 60 paí­ses en terrenos como la fí­sica, la biologí­a o las sociedades humanas en latitudes polares.

El cuarto API se presenta como «el esfuerzo más importante de búsqueda cientí­fica internacional coordinada de estos últimos 50 años», según los organizadores. Se trata de una iniciativa conjunta de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y del Consejo Internacional para la Ciencia (ICSU), que durará dos años, hasta marzo de 2009.

«Este API se desarrolla en un momento estratégico para el futuro del Planeta», estimó el secretario general de la OMM, el francés Michel Jarraud. El último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre la Evolución del Clima (GIEC) publicado a principios de febrero mostró que «estas regiones son extremadamente vulnerables al aumento de las temperaturas», según Jarraud.

Entre los seis principales temas establecidos por los organizadores, la primera de las «urgencias» es proceder a un diagnóstico de las dos regiones polares, donde se constata una reducción de la superficie y la masa de los glaciares y una disminución de los periodos de nieve.

«El suelo helado (permafrost), que se halla en cerca del 25% de la masa del hemisferio norte, también muestra una descomposición considerable por el calentamiento climático», destacan los responsables del API.

Al mismo tiempo, se analizarán las interacciones entre las regiones polares y el resto del Globo, con el estudio de las corrientes marinas y atmosféricas.

Les tres primeros años polares tuvieron lugar en 1882-1883, 1932-1933 y 1957-1958 (este último con el nombre de Año Geofí­sico Internacional).

Con respecto a sus precedentes, el actual tiene la particularidad de ofrecer «un programa más amplio, con todo tipo de disciplinas, de ciencias naturales a sociales», señala en un comunicado el irector ejecutivo del ICSU, Thomas Rosswall.

La «dimensión humana» del calentamiento para aproximadamente 4 millones de personas que viven en las regiones circumpolares servirá para «evaluar los procesos culturales, históricos y sociales que permiten subsistir a estas sociedades», subrayan los organizadores.

El lanzamiento oficial del Año Polar Internacional parte del Palacio del Descubrimiento de Parí­s, pero muchos paí­ses asociados tienen previstas ceremonias de presentación.

La Fundación Europea para la Ciencia (ESF) fue la primera, el lunes, en Estrasburgo (este de Francia), en iniciar las actividades con una reunión donde el presidente del Consejo Europeo Polar (EPB), Carlo Alberto Ricci, declaró que «estas regiones son escenas vitales para la ciencia, la polí­tica exterior, el comercio, la energí­a y la seguridad».

«El suelo helado, que se halla en cerca del 25% de la masa del hemisferio norte, también muestra una descomposición considerable por el calentamiento climático», destacan los responsables del API.