Abidal: «Domenech sabí­a la verdad y no lo dijo»


Eric Abidal debí­a regresar pasado mañana a los entrenamientos del Barcelona, pero decidió adelantarse. El lunes se puso al servicio de Josep Guardiola. Y hoy lo ha explicado: «Dos semanas y media de descanso son suficientes y mentalmente necesitaba olvidarme del Mundial. Cada dí­a pensaba en lo que sucedió en Sudáfrica y la mejor manera de superarlo era volver a trabajar en el Barcelona», confesó el zaguero de Lyon, que reconoció con franqueza: «Durante la concentración con Francia, cada dí­a eché de menos el trabajo en el Barcelona. Cada vez que veí­a en la pizarra la hora del entrenamiento, empezaba a sufrir». Sincero y contundente, añadió: «En Sudáfrica viví­ el peor momento de mi vida desde que soy futbolista». A tal punto llegó que, según dijo esta mañana, después de de jugar contra México pidió a Raymond Domenech que no contara con él: «Hablé con el mí­ster y le dije que no iba a dar lo mejor de mí­. Nunca habí­a pasado por esto; cuando llega el momento de decir que no puedes jugar es que estás muy mal».


Fue, según aclaró, una cuestión de respeto: «Si no estoy en condiciones he de decirlo, he de decir la verdad, no puedo dejar que el equipo juegue con diez». Abidal llegó a ese punto porque le arrastró el ambiente que se viví­a en la concentración. «Yo parecí­a ser el árbitro del grupo porque me hablaba con todos y en vez de decir, «es vuestro problema», querí­a solucionarlo. Pero era imposible por mucho que quisiera y no es mi trabajo. Por eso, mentalmente no estaba para jugar». Dio algunos detalles de lo sucedido en Sudáfrica y en concreto con Anelka después del partido contra México. Señaló al seleccionador por lo mal que manejó el tema. «El viernes, un periódico (L»Equipe) avisó al seleccionador del titular de la portada del dí­a siguiente. Domenech sabí­a que era mentira pero nunca lo dijo, sabí­a que las palabras de Anelka no eran las que dijeron que eran y se calló. Por eso el grupo se enfadó. De táctica no me meto, él hace como quiere pero desde hace años tiene un juego de guerra con la prensa y lo pagan los jugadores». Explicó que el grupo viví­a encerrado en el hotel, sin hablar con nadie. «Vivir más de un mes sin pensar en otra cosa que en los entrenos, en si juegas o no… después de dos semanas se cruzan los cables». Y terminó: «Puede que sea esa la culpa del mí­ster».

Abidal entiende que Laurent Blanc haya excluido de su primera lista como seleccionador a todos los jugadores mundialistas: «Es comprensible, lo puedo entender, aunque la Federación no conoce la historia de verdad. Pero lo entiendo si la sanción es para todos, no si se discrimina, a unos sí­ y a otros no, porque todos somos igual de culpables. Yo, por mi parte, aquí­ estaré, trabajando y listo para el seleccionador si decide volver a llamarme. Si me quiere, voy, para mí­ no acabada mi historia con la selección». Y habló sobre el Barcelona: «Aquí­ me despierto y estoy contento. En el Mundial temí­a que llegaran las cuatro, la hora del entrenamiento. Así­ no se puede ganar el mundial». Y celebró que lo ganara España: «Cuando les veí­a jugar, veí­a al Barí§a. Después de la Eurocopa y de seguir haciendo bien las cosas, era normal que ganaran». Consideró «una suerte» haber fichado a Villa y le sorprendió no encontrar a Chigrinski: «Pensaba que estaba lesionado, pero pregunté y me dijeron que volvió a su paí­s. No sé si fue el mí­ster o fue él quien tomó la decisión pero en solo un año es difí­cil adaptarse».

Abidal se confesó listo para lo que le pida Guardiola, sea de lateral o incluso de central -«si juego, juego y si no, aquí­ estaré para animar al equipo», dijo- pero de momento, hoy se queda y mañana no viaja a Oslo, donde el Barcelona juega el primer amistoso de la pretemporada contra el Valerenga. Tampoco van Jeffren por molestias y Hleb, por decisión táctica. Los 20 convocados por Guardiola son Pinto, Miño, Adriano, Armando, Benja, Bojan, Dalmau, Edu Oriol, Ibrahimovic, Illie, Johnatan Dos Santos, Soriano, Keita, Martí­ Rivarola, Maxwell, Milito, Muniesa, Nolito, Sergi Gómez, Sergi Roberto, Tello y Ví­ctor Sánchez.