Abdulá considera a Karzai ilegí­timo


Simpatizantes del presidente Hamid Karzai, celebran el anuncio de la reelección. FOTO LA HORA: AFP NICOLAS ASFOURI

Tres dí­as después de retirarse de la segunda vuelta de la elección presidencial, Abdulá Abdulá estimó hoy ilegí­tima e ilegal la reelección de Hamid Karzai a la presidencia de Afganistán, corriendo el riesgo de prolongar la crisis polí­tica que paraliza al paí­s desde hace dos meses.


El ex ministro afgano de Relaciones Exteriores habí­a justificado el retiro de su candidatura por el temor a que se repitiesen los fraudes masivos que marcaron la primera vuelta el 20 de agosto.

Hoy, Abdulá criticó la elección de Karzai, decidida por la Comisión Electoral Independiente (CEI).

«Esta decisión no tiene base legal y un gobierno que toma el poder sobre la base de una decisión de tal comisión no puede tener legitimidad», declaró Abdulá en su primera alocución pública desde que se anunció el resultado de la elección.

La CEI, encargada de organizar el voto y proclamar los resultados, está sumida en un escándalo que provocó la anulación por fraude de la cuarta parte de los votos de la primera vuelta, en su mayorí­a favorables a Karzai.

Abdulá reiteró sus crí­ticas contra la CEI, acusándola de «incompetencia» y de haber «tomado partido» por Karzai, que nombró como jefe de la misma a Azizulá Ludin, uno de sus ex consejeros.

La semana pasada, Abdulá habí­a pedido el retiro de Ludin, la suspensión de tres ministros que hicieron campaña por su adversario y el cierre de los colegios electorales «fantasmas» que no abrieron el 20 de agosto, pero que de todas maneras entregaron urna llenas de votos.

Tanto la CEI como Karzai habí­an rechazado estas acusaciones.

«Es exactamente la misma comisión que anunció el nombramiento del presidente», destacó Abdulá.

«Un gobierno que llega al poder sin el apoyo de la población no puede combatir problemas como las amenazas terroristas, el desempleo, la pobreza y cientos de otros», afirmó.

Al denunciar así­ abiertamente la ilegitimidad de Karzai, Abdulá rechazó el llamado de la comunidad internacional a crear un gobierno de unión nacional.

El martes, el secretario general de la ONU Ban Ki-Moon habí­a «pedido al presidente Karzai que trabaje con todos los dirigentes polí­ticos que fueron candidatos a la elección presidencial, incluso Abdulá Abdulá.

Abdulá no ve ningún interés en participar en una coalición con su adversario, cuyo futuro gabinete ya ha criticado.

«Semejante gobierno, que carece de legitimidad, no puede combatir la corrupción», reiteró, luego de que Hamid Karzai prometiese el martes en su primera reacción pública después de su victoria, atacar ese mal que irrita cada vez más a los occidentales.

El martes, la Casa Blanca dijo que discutí­a con el equipo de Karzai un pacto destinado a combatir la corrupción.

A pesar de las condiciones deplorables de su reelección, Karzai, instalado en el poder a fines de 2001 por los occidentales cuyas tropas sacaron del poder a los talibanes, recibió las felicitaciones de la comunidad internacional y la Casa Blanca lo consideró como «el dirigente legí­timo» del paí­s.

Sin embargo, el problema electoral afgano pone a Barack Obama delante de un peligroso dilema cuando se termina el nuevo examen de la estrategia afgana, antes de decidir si accede a la demanda del jefe de la fuerzas internacionales en el terreno, el general Stanley McChrystal.

Aparentemente, el general McChrystal pide más de 40.000 hombres suplementarios, además de los 100.000 soldados extranjeros en el paí­s.