El director general de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), Mohamed ElBaradei, pidió hoy a Irán «explicaciones completas» sobre su programa nuclear, en la apertura de una reunión destinada a aclarar si Teherán oculta información sobre armamento atómico.
En el discurso de apertura de la reunión de la AIEA en Viena, ElBaradei recordó ante los 35 miembros de la junta de gobernadores que la agencia lleva cinco años comprobando las actividades nucleares de Irán y que el tiempo apremia.
«Pese a que se han realizado avances significativos (…) es esencial que la agencia pueda llegar a una conclusión relativa a la naturaleza del programa nuclear iraní lo antes posible», afirmó.
«Esto depende principalmente de que Irán demuestre la transparencia necesaria y proporcione explicaciones completas. Le llamo de nuevo a cooperar plenamente en este asunto», agregó.
En un informe transmitido a los miembros de la junta la semana pasada, ElBaradei afirmó que Irán podría estar ocultado información relativa a armamento nuclear, al tiempo que desafía las exigencias de Naciones Unidas para que ponga fin al enriquecimiento de uranio.
Irán insiste en que su programa nuclear es totalmente pacífico, pero los países occidentales, y especialmente Estados Unidos, están convencidos de que la República Islámica está intentando de forma encubierta fabricar una bomba atómica.
ElBaradei consideró «lamentable que no hayamos logrado los avances que esperábamos en relación a una gran cuestión que queda pendiente, es decir, la clarificación de una serie de acusaciones y de las preguntas del secretariado relativas a las posibles dimensiones militares del programa nuclear de Irán».
Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Rusia, China y Alemania elaboraron un nuevo paquete de incentivos para convencer a Teherán de que suspenda sus actividades de enriquecimiento de uranio.
Pero Irán insiste en que tiene un derecho inalienable a efectuar este enriquecimiento y sigue adelante con los esfuerzos por dominar esa tecnología.
Según información recogida por los servicios de inteligencia de diez países diferentes y transmitida a la AIEA, Irán realizó estudios sobre armas nucleares hasta hace pocos años.
Teherán ha negado estas acusaciones en repetidas ocasiones.
En un documento preparatorio, el director adjunto de agencia Olli Heinonen expresó su «alarma» por el hecho de que Irán tenga en su posesión un documento que describe el proceso de fabricación de lo que podría ser el corazón de una bomba nuclear.
El documento, de 15 páginas, describe el proceso de transformación del uranio en dos hemisferios del tipo utilizado en las ojivas nucleares.
Insistiendo en que no solicitó tal documento, Irán aseguró a la AIEA haberlo recibido en 1987 junto con la información relativa a la fabricación de las centrifugadoras utilizadas para enriquecer el uranio.
Irán insiste en que esta cuestión ya fue debatida y cerrada y acusó a la AIEA de reabrir el caso bajo la presión de los países occidentales.
«Esperábamos más de la agencia», declaró a los periodistas ayer el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Mohamed Ali Hoseini.
«Si no fuese por la presión de uno o dos países, la agencia podría haber hecho un informe que no habría dado ninguna oportunidad a algunos países que buscan pretextos para presionarnos», afirmó.
El nuevo presidente del Parlamento iraní, Alí Larijani, ex negociador nuclear, calificó de «lamentable» la actitud de la AIEA y advirtió de que Teherán podría reconsiderar su cooperación con esa agencia de la ONU.
Mohamed Ali Hoseini
ministro iraní de Relaciones Exteriores