Velas y linternas iluminarán la orilla del mar a lo largo de la costa este de Estados Unidos cuando los sobrevivientes de la supertormenta Sandy celebren el primer aniversario del desastre.
Para conmemorar el aniversario, que se cumple hoy, los vecinos de las comunidades costeras de Nueva York y Nueva Jersey que sufrieron las terribles inundaciones de ese día celebran el día de manera pública y privada.
En Staten Island, los vecinos encenderán velas a lo largo de la costa más cercana a sus casas a las 7:45 p.m. como parte de una vigilia. Y a lo largo de la costa de Nueva Jersey, en la zona llamada Jersey Shore, la gente planea encender linternas a manera de una victoria simbólica sobre la oscuridad que provocó Sandy.
Es un momento de sanación para muchos de los que sufrieron las consecuencias de Sandy, pero la fecha también trae muchos malos recuerdos.
«La gente le tiene pavor al mar, aunque hemos vivido aquí toda la vida», dijo Lily Corcoran, vecina de la zona costera de Belle Harbor, en Nueva York. «Estamos aterrorizados con el agua y lo que puede hacer».
Sandy tocó tierra a las 7:30 p.m. del 29 de octubre de 2012, inundando las densamente pobladas zonas de Long Island y Nueva Jersey. En la Ciudad de Nueva York, el agua alcanzó un poco más de 4 metros (14 pies) inundó el metro y los túneles, y provocó un apagón generalizado en la zona sur de Manhattan.
La tormenta provocó por lo menos 181 muertos en Estados Unidos, 18 de ellos en Nueva York y 71 en Nueva Jersey, además de daños materiales por valor de 65.000 millones de dólares.
En Breezy Point, Rockaway, donde casi 130 viviendas quedaron calcinadas durante la tormenta, los vecinos plantarán hierbas en las dunas de arena. Pequeños negocios en Staten Island realizarán una fiesta callejera para celebrar la recuperación e impulsar sus negocios.
Por su parte, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, ordenó izar las banderas a media asta el martes en los edificios estatales. Y se espera que el alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, recorra algunas de las partes más afectadas en la ciudad. El gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, planeaba actividades en todo el estado.