La selección estadounidense, calificada por el presidente de la FIFA, Joseph Blatter, como hacedora de milagros, tras la victoria ante el favorito España en semifinales de la Copa Confederaciones, siente que puede lograr su tercer milagro seguido, en la final ante Brasil.
Su entrenador Bob Bradley y su capitán Carlos Bocanegra indicaron en conferencia de prensa en Johannesburgo, que pueden repetir lo que ya hicieron contra Egipto (3-0), que les dio un increíble boleto a semifinales cuando ya estaban prácticamente eliminados, y España (2-0), el miércoles.
Aunque ahora la barrera parece bastante más alta: el defensor del título y pentacampeón mundial, que les dio una dura lección en primera fase (3-0).
Pero Estados Unidos confía en poder hacerse con su primer título de honor internacional.
«Sería muy importante si ganamos. Hemos obtenido la Copa de Oro de la Concacaf y por eso estamos aquí, pero imponerse en un torneo contra selecciones como España, Italia, Egipto y Brasil sería muy especial», dice Bocanegra.
Su técnico opina lo mismo y ya tiene el plan para tumbar al once de Dunga.
«Creo que cuando jugamos como equipo y encontramos el equilibrio siendo agresivos e inteligentes, entonces tenemos confianza (para lograr otro milagro)», indicó en el lobby del hotel de Estados Unidos en Johannesburgo.
«Sudáfrica hizo un buen trabajo frustrando a Brasil, apretando sus líneas del fondo y del medio. Brasil pasó gracias a un genial tiro libre», dijo.
Bradley se mostró relajado y de buen humor en la conferencia de prensa, bromeando con su capitán Carlos Bocanegra, quien se sentó a su lado para hablar de la gran final del domingo: «Tu juegas por la izquierda, así que siéntate aquí», bromeó el entrenador.
El defensa del Rennes francés tendrá mucho trabajo el domingo, ya que deberá lidiar con Robinho y también las subidas sorpresivas de Maicon. Pero el muchacho nacido en California y formado en la UCLA, sueña con una victoria histórica.
Su equipo ya enfrentó a Brasil en la primera ronda (derrota 3-0) y eso les ha servido de experiencia para no repetir errores.
«La primera vez que los enfrentamos salimos con demasiada timidez. Les tuvimos demasiado respeto y nos metimos muy atrás», recuerda.
«Sentimos que tenemos que cambiar para el próximo partido. Contra Egipto hicimos un gran trabajo desde el inicio y lo mismo contra España», afirmó Bocanegra, hijo de padre mexicano.
«Es importante arrancar bien, con mucha energía y tampoco nos podemos tirar atrás con Brasil y dejarles el control del partido», analizó.
Estados Unidos tuvo un día más de descanso que Brasil para la final, ya que su semifinal se disputó el miércoles, mientras que los brasileños lo hicieron recién el jueves.
«El día extra de descansos es bueno, pero no va a marcar diferencias», concluyó Bocanegra.