¿A quién tratan de engañar?


Siempre habrá alguien que se deje llevar por lo que dicen los funcionarios públicos, unos por confiados, otros por inocentes y hasta hay quienes por haberse caí­do del tapanco, ¿pero qué piensa la gran mayorí­a cuando se asegura tener bajo control las cárceles del paí­s? Si algún funcionario supone que tan inverosí­mil manifestación pueda creerse o que está logrando manipular la información pública, definitivamente está tan equivocado, como aquel que pueda ilusionarse con que desarrollando alguna estrategia con la imagen del Vicepresidente, doctor Rafael Espada, va a poder recuperar el actual gobierno la credibilidad perdida hace ya bastante tiempo.

Francisco Cáceres Barrios

Son tantas las contradicciones con que el ciudadano común y corriente tropieza todos los dí­as, que no sabe qué hacer, si ponerse a reí­r o llorar. Aquí­ les va una a manera de ejemplo: ¿a quién no le dio escalofrí­o enterarse que en una misma mañana habí­an encontrado cuatro cabezas de seres humanos tiradas en puntos estratégicos de la ciudad capital, acompañadas con mensajes intimidatorios?; ¿a quién no se le erizó el poco pelo que le pueda quedar en su hermoso cuerpo, al saber que también habí­an despedazado el de una trabajadora del Sistema Penitenciario y que sus partes habí­an sido tiradas por la tarde en un conocido boulevard, cuando su esposo habí­a sido asesinado, por la mañana? Y ¿cuáles han sido los resultados obtenidos después de constantes declaraciones de: «estar investigando»?

Cada dí­a el Ministerio de Gobernación, la Policí­a Nacional Civil, el Ministerio Público o cualquier otra dependencia con cuantas siglas sea conocida, siguen dando peores resultados a la población guatemalteca. Son incapaces de seguir las investigaciones de un vehí­culo robado, no digamos con que a usted, estimado lector, le hayan arrancado el celular del cincho. Tristemente hay que decirlo, para lo único que sirven es para capturar a un supuesto ladrón de dos palomas en el Parque Central, que se le ocurrió tomarlas para hacer una crianza en su champa, habiendo desplegado tal operativo, que la gente supuso que habí­an capturado al capo del cartel más grande del narcotráfico en el paí­s.

Señoras y señores que actualmente ocupan cargos públicos en el actual gobierno, por favor, comprendan que no pueden seguir sonando tuzas donde hay ganado flaco. Que eso es simple y sencillamente, perder su valiosí­simo tiempo, el que por cierto sufragamos los contribuyentes. Vuelvo a escribirles con el lenguaje más claro y sencillo para que ustedes comprendan de una vez por todas que, si quieren mejorar su imagen personal o la de este gobierno, a puro tubo deben dar buenos resultados a la ciudadaní­a y que la única manera de lograrlo es haciendo «borrón y cuenta nueva» en cada una de sus dependencias u organización policial, cárcel o fiscalí­a, incluyendo por supuesto su pésima o inexistente organización estratégica y la mal llamada inteligencia. De lo contrario, discúlpenme otra vez, ¡van a morir engañados!