Vestida con una chaqueta inspirada en Lady Gaga, que llevaba adheridas auténticas pelotas de tenis, Bethanie Mattek-Sands ingresó a la cancha número 14 de Wimbledon y notó de inmediato que un directivo de la gira la miraba, listo para comunicarse por radio si algo andaba mal.
WIMBLEDON / Agencia AP
«No voy a jugar con esto. No se preocupe», aseguró la tenista estadounidense al directivo, en referencia a la prenda. «Es demasiado pesada para usarla en el partido».
La información se transmitió a los supervisores. La crisis se evitó.
El estricto reglamento sobre el atuendo en Wimbledon estipula que «cualquier competidor que aparezca en la cancha vestido de una manera que el Comité considere inapropiada podrá ser descalificado».
Mattek-Sands, famosa por su gusto excéntrico en la moda, había recibido advertencias sobre un atuendo por el que ella misma había generado expectativa.
«Â¡Wimby nunca ha visto algo como esto!», advirtió la tenista a sus seguidores en Twitter más temprano.
Ciertamente, su forma de vestir no infringió las reglas de Wimbledon, que obligan a llevar un atuendo «predominantemente blanco». El otro color que se apreciaba apenas en su chaqueta era el plateado de unos estoperoles en las mangas. Y entre esos tachones había 12 pelotas de tenis, blancas. La chaqueta tenía también una solapa amplia y puntiaguda, así como numerosos cordones que colgaban de los hombros.
Fue obra del diseñador británico Alex Noble, quien ha colaborado con Lady Gaga. Mattek-Sands ha hablado de su admiración por la cantante, tan famosa por su música como por su vestuario extravagante.
El revuelo causado por Mattek-Sands fue tal, que unos 10 fotógrafos se arremolinaron en la cancha 14, que suele ser un remanso de paz, antes de su partido de primera ronda contra la japonesa Misaki Doi.
La residente en Phoenix, de 26 años, hizo una pausa antes de quitarse la chaqueta y colgarla en el respaldo de una silla. Abajo, llevaba un vestido blanco ceñido, con una manga larga y otra corta, dejando al descubierto los tatuajes de un brazo. Utilizó también sus características medias que le llegaban a las rodillas.
Con todo, el vestuario fue relativamente sobrio para Mattek-Sands. La tenista fue multada en el U.S. Open del 2005 por usar en la cancha un sombrero texano, pero eso no le impidió llevar un número estampado, con imitación de piel de leopardo, en el certamen del año siguiente.
No habrá más oportunidad de ver las prendas innovadoras de Mattek-Sands en este torneo. Fue eliminada por Doi, quien se impuso por 6-4, 5-7, 7-5.
El museo de Wimbledon exhibe ya un atuendo inspirado en la Copa Mundial de fútbol que Mattek-Sands usó en el torneo en el 2006. Quizás la chaqueta mostrada el miércoles termine también en ese recinto.