A propósito, sí hay propósito


raimundo-j-wennier

Feliz Día del Maestro a todos los docentes y en especial a los galardonados con la Orden Francisco Marroquín. La suma de los esfuerzos, dedicación e interés puestos en sus alumnos a lo largo de su vida, es reconocida con esta distinción. Ustedes son ejemplo para otros maestros.

Raymond J. Wennier
raymondwennier@yahoo.com


Según el diccionario de la lengua española, el vocablo propósito significa que una persona tiene el “ánimo o intención de hacer”, “cosa que se pretende conseguir”.

A lo largo de la historia de la educación, se ha escuchado que la planificación que hacen  los maestros de su lección, tiene que tener una razón de hacer para cumplir con el currículo y así lograr las metas establecidas. Eso es el propósito del maestro, tener la intención de hacer que los alumnos hagan lo que ellos proponen (contenido) para conseguir una buena calificación como objetivo final. Esos propósitos son del maestro, centrado en él, sin que sean comunicados de antemano a los alumnos. Los propósitos de los maestros son “automáticamente de los alumnos también”, quiérase o no, entiéndase o no.

Ahora, en este siglo, el proceso educativo tiene que estar centrado en el alumno. Entonces el propósito de una lección tiene que ser entendible sabiendo de antemano por qué es importante aprenderla. Esa es una reflexión de parte del alumno, personalizando el por qué hay que tener ánimos e intención de hacer para conseguir un propósito. Eso se llama motivación.

A forma de  ejemplo, supongamos lo siguiente, el maestro quiere enseñar como  punto de contenido, el tema  de triángulos; los alumnos dicen, ¡ay, otra vez, para qué estudiar eso! El maestro se recuerda de la Copa Mundial de Futbol y propone a los alumnos que cada uno diseñe una jugada de equipo con el propósito de meter un gol. Luego, todos los alumnos tienen que marcar las líneas del campo en el que moverán  la pelota y que forman la o las figuras geométricas que sean necesarias para anotar el gol ganador del partido que le da puntos en su categoría (seguro que habrá un triángulo en el diseño). Con ese tipo de motivación, los alumnos tienen que pensar, imaginar, hacer (probar), rehacer, para lograr el propósito. Si se hacen esas tareas en grupo, se está fomentando la comunicación y la colaboración. Además, se incluyen  valores; uno de ellos, el “fair play”.

Dentro de los equipos en Brasil, están representadas muchas culturas ajenas a la nuestra. El maestro propone conocer la trayectoria  (ángulos, aspectos culturales)  que de Brasil y los otros  países se necesitan saber para llegar a un mundial. Las culturas son importantes para enriquecer una educación completa, que incluye el respeto hacia ellas.

El propósito del conjunto, es entendible para los alumnos y ponen su ánimo apto para conseguir su meta, el gol ganador y la comprensión de lo que es un triángulo.

Sí, hay un propósito en ese proceso para que haya aprendizaje.