A propósito de la renuncia de Arredondo


Aunque ya pertenezco a la‭ «‬tercera edad‭»‬,‭ ‬no tengo la suficiente como para haber sido contemporáneo de su honorable abuelo,‭ ‬el patricio Clemente Marroquín Rojas.

Raúl R.‎ ‏Enríquez P.
A1-220148

 


‬Sin embargo,‭ ‬leí muchísimos de sus combativos editoriales y opiniones‭; ‬mi padre,‭ ‬don Raúl Enríquez García fue colaborador de‭ ‬La Hora durante algunos años y pudo por su medio,‭ ‬no solamente externar sus ideas y opiniones,‭ ‬sino también tratar de hacer conciencia en nuestro pueblo,‭ ‬a favor de la conveniencia de la recuperación del territorio de Belice.

Quiero felicitarle por sus columnas que aclaran la posición del Dr.‭ ‬Francisco Arredondo,‭ ‬quien según creemos muchos,‭ ‬es un hombre decente y honrado.

 Al respecto,‎ ‏mi opinión personal es en el sentido que,‭ ‬la‭ ‬única manera de terminar con el cáncer de la espantosa corrupción que se apoderó del aparato estatal,‭ ‬es mediante la aplicación de una limpieza general y total,‭ ‬que debe ser encabezada por una persona o grupo de personas como el mencionado doctor.‭ ‬Pero,‭ ‬al igual que se hace con los cánceres biológicos mediante la quimioterapia y otros medios,‭ ‬será necesario‭ «‬acabar‭» ‬con tirios y troyanos‭; ‬por la fuerza.

 Una revolución tipo‎ ‏Ríos Montt,‭ ‬quien dicho sea de paso,‭ ‬desaprovechó miserablemente,‭ ‬la oportunidad que la historia le‭ ‬dio.

 En tanto sigamos‎ «‏jugando a la democracia‭»‬,‭ ‬solamente seguiremos obteniendo más de lo mismo‭…‬ y con los mismos.