A palestinos aún les falta lograr poderes en ONU


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Aunque los palestinos lograron ayer su objetivo de ser elevados a Estado observador no miembro en la Organización de las Naciones Unidas, aún enfrentan una serie de pugnas para capitalizar ese reconocimiento a través del sistema del organismo internacional.

Por PETER JAMES SPIELMANN NACIONES UNIDAS / Agencia AP

La Autoridad Palestina, con 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones en la Asamblea General de la ONU, se unió ayer al Vaticano como la otra única entidad con estatus de Estado observador no miembro. En la práctica, los palestinos ganaron pocos poderes nuevos.

Mucha de la evolución dependerá de qué tanto quieran los palestinos perseguir membresía en varias agencias de la ONU, y en quién los apoyará. Aquí está un panorama sobre cómo podría cambiar el papel de los palestinos en el organismo:

— La Autoridad Palestina sigue sin poder introducir resoluciones a la Asamblea General. Al igual que el Vaticano, los palestinos van a tener que encontrar una nación-Estado o un bloque de naciones que simpaticen con ellos para introducir cualquier resolución.

— La Corte Internacional de Justicia sólo acepta disputas entre Estados miembros reconocidos totalmente por la ONU. En el pasado, países que no eran aún miembros de la ONU —Suiza y Nauru— aceptaron la jurisdicción de la corte. Sin embargo, las partes involucradas en cualquier disputa deben estar dispuestas a aceptar el veredicto del tribunal, y es difícil imaginar cualquier caso en el que tanto Israel como los palestinos aceptarían comprometerse con la decisión de la corte.

— La Corte Penal Internacional de la Haya puede revisar crímenes de guerra, e Israel se ha opuesto a la posibilidad de que los palestinos presenten casos ante ella. Pero para hacer eso, los palestinos tendrían que solicitar acceso bajo el Tratado de Roma que creó a la corte. Esa opción de membresía está abierta a «todos los Estados».

En la práctica, la solicitud de convertirse en un «Estado» miembro del sistema de la Corte Penal Internacional iría a la oficina del secretario general de la ONU, la cual es la depositará oficial para firmas. En tal caso, la oficina del jefe de la ONU tendría que acudir a su departamento jurídico para tener una opinión sobre si los palestinos constituyen un «Estado». La votación del jueves de la Asamblea General tendría peso a favor de los palestinos, pero también pesarían otros factores, como control de territorio.

Funcionarios creen que aún con el estatus de Estado no miembro, los palestinos podrían unirse a cuerpos internacionales influyentes como la Organización Mundial de Comercio, Organización Mundial de la Salud, Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, Banco Mundial y la Corte Penal Internacional.

RECONOCIMIENTO
La Asamblea General de la ONU votó el jueves a favor de reconocer el Estado palestino por una abrumadora mayoría, lo cual representa un victoria largamente buscada para los palestinos, pero una embarazosa derrota diplomática para Estados Unidos.

La resolución que aumenta el estatus de los palestinos al de Estado observador no miembro en las Naciones Unidas fue aprobada por el organismo mundial de 193 miembros con 138 votos a favor, nueve en contra y 41 abstenciones.

Tras la votación, rápidamente se desplegó una bandera palestina en el recinto de la Asamblea General, atrás de la delegación palestina.

En la ciudad cisjordana de Ramala, cientos de personas se reunieron en la plaza principal ondeando banderas y cantando «Dios es grande». Otros, que se habían reunido ante pantallas colocadas en las calles y ante aparatos de televisión para mirar la votación, se abrazaron, hicieron sonar bocinas y lanzaron fuegos artificiales antes de bailar en la vía pública.

Sin embargo, la independencia real sigue siendo un sueño elusivo hasta que los palestinos negocien un acuerdo de paz con los israelíes, quienes advirtieron que la acción de la Asamblea General sólo retrasaría una solución duradera. Israel aún controla Cisjordania, el este de Jerusalén y el acceso a Gaza, y acusó a los palestinos de eludir las negociaciones para mejorar su estatus en la ONU.

Estados Unidos criticó de inmediato la histórica votación. «La desafortunada y contraproducente resolución de hoy coloca más obstáculos en el sendero de la paz», dijo Susan Rice, embajadora estadounidense ante el organismo internacional. Y la secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton, calificó también al voto como «desafortunado» y «contraproducente» que pone «nuevos obstáculos en el camino hacia la paz» entre palestinos e israelíes.

Estados Unidos considera que «sólo mediante negociaciones directas entre las partes, palestinos e israelíes podrán alcanzar la paz que ambos merecen: dos Estados para dos pueblos, con una Palestina soberana, viable e independiente que viva en paz y con seguridad al lado de un Israel judío y democrático», dijo Clinton en rueda de prensa en Washington.

Dado que la mayoría de los miembros de la ONU son solidarios con la causa palestina, no había duda de que se aprobaría la resolución. Un Estado palestino ya ha sido reconocido por 132 países, y los palestinos tienen 80 embajadas y 40 oficinas de representación en el mundo, según el Ministerio de Relaciones Exteriores palestino.

No obstante, los palestinos cabildearon fuerte por el apoyo de occidente, obteniendo el apoyo de países europeos cruciales, incluidos Francia, Italia, España, Suiza, Suecia e Irlanda, así como el de Japón y Nueva Zelanda. Alemania y Gran Bretaña estuvieron entre las muchas naciones occidentales que se abstuvieron de votar.

Al voto de Estados Unidos e Israel en contra del reconocimiento se unieron Canadá, la República Checa, Islas Marshall, Micronesia, Nauru, Palao y Panamá.

A pesar del triunfo del jueves, los palestinos enfrentan enormes limitaciones: no controlan sus fronteras, espacio aéreo o comercio. Tienen gobiernos separados y antagónicos en Gaza y Cisjordania, y no tienen ejército o policía unificados.

El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu calificó el discurso del presidente palestino Mahmoud Abbas ante la Asamblea General —dirigido poco antes de la votación— como «difamatorio y venenoso», y agregó que estaba «lleno de propaganda embustera» contra Israel. Dijo que la votación era irrelevante.

«La resolución de hoy en la ONU no cambiará nada sobre el terreno», agregó Netanyahu. «No avanzará el establecimiento de un Estado Palestino, sino por el contrario, lo alejará más», subrayó.

Abbas había dicho a la Asamblea General: «Se está solicitando hoy el certificado de nacimiento de Palestina». Abbas señaló que la votación era la última oportunidad de salvar la solución de dos Estados.

Después de la votación, Netanyahu dijo que la medida de la ONU violó acuerdos previos entre Israel y los palestinos y que Israel actuaría en consecuencia, aunque no dio detalles sobre las acciones que podrían tomar.

La votación del jueves ocurrió en el mismo día, 29 de noviembre, en que la Asamblea General de la ONU, en 1947, votó a favor de reconocer un Estado en Palestina; en esa ocasión quienes celebraron fueron los judíos. Los palestinos rechazaron ese plan de repartición de suelo, a lo que han seguido décadas de tensión y violencia.

El voto otorga a Abbas un respaldo internacional abrumador para su postura crucial: el establecimiento de un Estado palestino en Cisjordania, la Franja de Gaza y el este de Jerusalén, territorios capturados por Israel en la guerra de Medio Oriente de 1967.

REACCIÓN
Celebran reconocimiento

Los palestinos celebraron ayer con vivas, abrazos, fuegos artificiales y gritos de «Dios es Grande» que las Naciones Unidas les concedieran, al menos formalmente, lo que habían anhelado por años: un Estado propio.

La histórica decisión de la Asamblea General de aceptar a «Palestina» como Estado observador no miembro no se reflejará de inmediato en un cambio en la realidad de los habitantes de la región, porque parte de ese estado —Cisjordania, la Franja de Gaza y Jerusalén oriental— continúa bajo control de Israel.

Sin embargo, muchos palestinos festejaron el reconocimiento mayoritario que recibieron en el organismo mundial: de los 193 miembros de la Asamblea General, 138 votaron a favor del «sí» tras décadas de reveses en su búsqueda de la independencia en los territorios que Israel capturó en la Guerra del Medio Oriente de 1967.

«Es grandioso tener un estado, aunque sea de nombre solamente», dijo el empleado público Mohammed Srour, de 28 años y quien se encontraba entre una multitud de más de 2.000 personas que ondeaban banderas en una plaza en la ciudad de Ramala, en la Franja de Gaza.

«El sueño más hermoso de cualquier hombre es tener un estado independiente, en particular nosotros los palestinos que hemos vivido mucho tiempo bajo la ocupación», agregó.

Pasada la euforia por la votación en la ONU, los palestinos regresarán a su difícil realidad. Carecen de las bases principales de un estado, como control de fronteras, de su espacio aéreo y de su comercio.

Un aspecto que complica su situación es que tienen gobiernos rivales. Uno es el del presidente Mahmud Abbas que rige en Cisjordania y el otro es el del grupo extremista islámico Hamas, que rige en Gaza.

Los palestinos afirman que el reconocimiento no tiene una utilidad simbólica nada más. Consideran que la medida fortalecerá su posición en futuras conversaciones con Israel, país que había censurado el proceder palestino en Naciones Unidas como un intento para eludir el diálogo.

El cálido abrazo que la comunidad internacional ha dado a los palestinos también podría contribuir a la restauración de la posición interna de Abbas, erosionada por los años de estancamiento en los esfuerzos de paz. Abbas encabezó la petición para que la ONU reconociera al estado palestino.

El grupo Hamas, atrincherado en Gaza, vio aumentar su popularidad tras resistir a principios de noviembre la ofensiva israelí en su contra.