Con la supresión de 10 mil 500 empleos de Opel en el horizonte, el humor era más bien sombrío este martes en la capital financiera de Alemania.
«Lo más probable es que no se pueda evitar el cierre de una planta» de Opel, dijo a la prensa el presidente de GM Europa, Carl-Peter Forster, tras presentar los nuevos Astra y el modelo eléctrico Ampera.
La posibilidad más barajada es que la fábrica que cierre sea la de Amberes, en Bélgica, que cuenta con más de 2 mil trabajadores.
En el salón, que abrió para la prensa el martes y el jueves lo hará para el público hasta el 27 de septiembre, participan un total de 781 constructores de vehículos y de autopartes, procedentes de 30 países, con 100 nuevos modelos, según la federación automovilística alemana VDA, que organiza el evento.
El salón de este año es una versión descafeinada si se la compara con la anterior edición. El número de expositores se ha recortado en un 30%, con destacadas ausencias, sobre todo de Asia. Los japoneses Nissan, Honda, Mitsubishi y Daihatsu declinaron la invitación.
Se espera que unos 750 mil visitantes acudan a la cita, un 20% menos que hace dos años.
El presidente de Ford Europa, John Fleming, dijo que la crisis «ha tenido un efecto devastador en nuestra industria». La compañía, no obstante, aprovechó el salón para presentar motores EcoBoost de 1,6 y 2 litros, que reducirán el consumo de combustible en un 20% y reducirá las emisiones de CO2 en otro tanto.
Por su lado, el grupo francés Renault hizo varios anuncios.
Su presidente, Carlos Ghosn, presentó cuatro prototipos de automóviles eléctricos que prefiguran la gama de vehículos con ese sistema de propulsión, con los que el constructor quiere «conducir el cambio» en el sector.
Renault invertirá con su aliado Nissan más de 4 mil millones de euros en los autos eléctricos, indicó Carlos Ghosn, que dijo que «es el buen momento para las emisiones cero» y aseguró que la parte de vehículos eléctricos en el mercado mundial alcanzará el 10% en 2020.
Entre los nuevos vehículos eléctricos de Renault figura un auto urbano llamado Twizy, cuya producción comenzará en el segundo semestre de 2010. El segundo, «Zoe», es una berlina compacta de 4 metros.
El tercero es la versión eléctrica del Fluence, un cuatro puertas familiar derivado del Megane, cuya producción comenzará en la primera mitad de 2010. Empezará por venderse en Israel, gracias a un acuerdo con Better Place, que está construyendo una red de recarga en el país que será operacional en 2011.
Ambas sociedades anunciaron un acuerdo que prevé la comercialización de al menos 100 mil vehículos en Israel y Dinamarca de aquí a 2016.
Por último, el constructor francés tiene también en su gama un utilitario basado en el Kangoo, que estará disponible en la primera mitad de 2011.
La autonomía será de 100 km para el Twizy y de 160 km para los otros tres modelos.
En el mismo ámbito, Renault y el grupo energético alemán RWE anunciaron en el salón un acuerdo para desarrollar el uso de bornes de recarga para automóviles eléctricos a partir del año próximo en Alemania.
Opel presentó su modelo Ampera, equipado de un pequeño motor de gasolina que funciona también como generador eléctrico, y que es capaz de recorrer 500 km, indicó la compañía.
Otro asunto en la agenda es la cooperación. El director financiero del alemán BMW, Friedrich Eichiner, dijo que su compañía mantiene «negociaciones intensivas» con el francés Peugeot Citroen para extender proyectos conjuntos, en particular sobre autopartes.