¿Cómo es que se otorgan calificaciones para obtener un certificado de calidad ISO 9001:2000 de la Societé Génerale de la Surveillance (SGS) para que se acredite a nuestro flamante Ministerio de Educación de contar con un sistema de gestión de calidad internacional, lo que abarca los procesos administrativos de la planta central? No, no es que sea un ignorante de primera talla o de no querer ver los avances que ha logrado la actual ministra en el campo de la educación, sino que me sigue pareciendo que el gobierno de Berger va a terminar su mandato haciendo como siempre mucha alharaca, en su denodado esfuerzo por «aparentar» y no de «lograr» los mejores resultados de su gestión, lo que al fin de cuentas para el pueblo es lo único que importa.
Claro, yo les voy a decir por qué hago esta pregunta. Porque la calidad educativa solo puede lograrse en un ambiente adecuada para los estudiantes, de la edad y sexo que fueren. A mí me parece que el que quiere aprender lo hace sentado en un ladrillo puesto sobre un piso lodoso, sin pizarrón, sin buena luz y sin ningún libro de texto pero ¿No sería mejor facilitar mejores instalaciones posibles y así empezar a construir el «edificio de la educación» que realmente necesita nuestro pueblo y sus nuevas generaciones para entonces merecer alguna certificación de calidad?
A mí me parece que durante el gobierno de Berger se hicieron «intentos» por mejorar la educación, pero eso no significa haber logrado mejorar las pobres calificaciones del estudiantado, lo que encontró en el inicio de su mandato. ¿O no siguen habiendo maestros a los que se les debe el sueldo después de trabajar varios meses, como que hay escuelas que están por caerse en pedazos o carentes de tanto material didáctico para mejorar la calidad de la enseñanza?.
Para lograr una efectiva y colectiva visión de la calidad de la educación guatemalteca, basta darle una ojeada al plan que se acaba de estructurar bajo el nombre de Visión de País. Lástima grande que tan poca divulgación se le da a las cosas importantes que suceden en Guatemala. Los mismos medios de comunicación se prestan para destacar que el presidente concurre a tomarse fotos en la inauguración del lado poniente de una calle recién construida, para que al mes siguiente vuelva a repetir el show, cuando festeja haber concluido la parte oriente de la misma. Sí, nosotros mismos hemos caído en el juego estratégico presidencial de hacer mucha bulla, pero con pocas nueces. Las certificaciones de calidad son una cosa y la realidad es otra. Bien dijo Albert Einstein: «Cuando se nos otorga la enseñanza se debe percibir como un valioso regalo y no como una dura tarea, aquí está la diferencia de lo trascendente».