En el artículo anterior escribí sobre el otorgamiento de la Orden de la Independencia Cultural Rubén Darío a mi persona, por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, con ocasión de habernos invitado a mí esposa y a mí para asistir a la celebración del 31 Aniversario del triunfo de la Revolución Popular Sandinista (R.P.S.).
En este artículo trataré del acto de solidaridad continental efectuado inmediatamente después que se me condecorara con la Orden Rubén Darío, para el cual habían sido convocados centenares de jóvenes de nuestra América. Todos ellos.
Fueron 36 delegaciones de diferentes partidos políticos y movimientos revolucionarios de 12 países de América Latina, tales como el FMLN, de El Salvador; Partido Revolucionario Democrático, de Panamá; Frente Amplio, de Costa Rica; Juventud Caribe, de República Dominicana; Partido Nacionalista, de Puerto Rico; Unión Revolucionaria Nacionalista, de Guatemala; Unión de Jóvenes Comunistas, de Cuba; Movimiento al Socialismo, de Bolivia; Partido del Trabajo, de México. Así como Marta y Antonia López Herrera, madres de héroes y mártires de Guatemala, quienes relataron las tropelías militares durante la insurrección armada en Guatemala y la inseguridad y falta de paz y de justicia social en Guatemala y Aily Labañino, hija de uno de los cinco cubanos prisioneros en Estados Unidos de América, acusados injustamente de terroristas, cuando por el contrario, ellos se oponían a las agresiones que contra Cuba se fraguaban por la CíA o el Pentágono. Daniel Ortega, como presidente, en su nombre y en representación del pueblo nicaragí¼ense hizo un llamado a los jóvenes latinoamericanos y caribeños para que al volver a sus países intensifiquen las campañas para la liberación de Los Cinco, como se les conoce ya internacionalmente.
A continuación, informaré de las intervenciones de varios de los jóvenes revolucionarios presentes y, por supuesto, de las del Comandante Ortega:
ALIA TAPIA, del Partido Nacionalista de Puerto Rico se refirió a la batalla de su pueblo por lograr su independencia, ya que han resistido durante más de un siglo en contra del imperialismo, el cual les niega el derecho a ejercer su libre autodeterminación y agradeció al pueblo nicaragí¼ense la acogida que se le ha dispensado y porque tanto él como la juventud de su país, sienten que Latinoamérica no los ha olvidado.
DANIEL ORTEGA se refirió a la intervención estadounidense en Puerto Rico y también a la Alianza Bolivariana para la América (ALBA), a la lucha del pueblo panameño por la recuperación del Canal y, asimismo, al rechazo al golpe de Estado, del pueblo hondureño. Inmediatamente el delegado del Frente de la Resistencia Popular Hondureña, manifestó que el pueblo hondureño sigue en pie de lucha y destacó la solidaridad del gobierno sandinista, al no reconocer al gobierno ilegitimo de Honduras.
IRIS GUERRA, del FMLN, de El Salvador, expresó: «Para nosotros es importante unificar a la juventud y seguir luchando por una sociedad justa y por una Latinoamérica unida».
GABRIELA PINEDA, representante del Partido del Trabajo (PT) de México, resaltó la labor del gobierno sandinista y reveló que en su país es la derecha la que tiene el poder y que a los jóvenes les toca vivir en condiciones muy adversas, pero que no dejan de luchar.
SUSEL ARRIAGA, del partido ANN de Guatemala, y jóvenes de la Unión Revolucionaria Nacionalista de Guatemala, se pronunciaron a favor de la solidaridad de los pueblos de América Latina y el Caribe.
LA JOVEN DELEGADA del Frente Amplio, de Costa Rica, no ocultó su sentimiento de indignación y el de su pueblo contra la ocupación militar de miles de efectivos militares de los Estados Unidos en su patria. Indignación que fue compartida por todos los que estábamos en la reunión. Ocupación, que según declaraciones del Presidente de Venezuela dadas el sábado 24/7/010, están allí para una posible agresión a su país.
EL DELEGADO DEL MOVIMIENTO AL SOCIALISMO DE BOLIVIA fue el último orador, quien nos emocionó al informarnos de los avances de la Revolución hacia el socialismo en Bolivia.
Conclusión: fue un foro propiciador de la íntima solidaridad de nuestros pueblos indo-hispano-afro americanos.