Siempre que hablaba con él le decía: «TGW la voz de Guatemala» y me respondía con un anuncio de la radio? Tenía una de las mejores voces que se escucharon en la radio; gran publicista, locutor, animador, protagonista de radionovelas. Creador de anuncios como «Â¡póngase las pilas?!» anuncios que han dejado en el lenguaje cotidiano de maestros y de la popularidad.
¿Cómo despedir los restos de una persona si su memoria ha quedado para siempre entre nosotros? Muchas veces di alientos de despedida a otras personas diciéndoles (déjalo ir) y ahora yo misma, ¡no puedo hacerlo!
Hoy escribo estos renglones para contarles que ha partido a la eternidad el hombre que desde su escritorio nos impartió cátedras de sabiduría, honorabilidad, bondad, honestidad, amor y comprensión: humano, sensible y caritativo.
No es un panegírico ni mucho menos una arenga, lo único es, que fue un guatemalteco, multifacético y sobre todo amoroso.
He sufrido su partida y mi papá con su silencio creo que sufre más que yo, pues fueron 41 años de conocerse y 38 de jugar ajedrez. Pero confiamos que Dios reclamó su presencia porque en el cielo es más importante y necesario.
Donde quiera que esté don Rodolfo sepa que aquí en la tierra ha dejado un gran vacío.