Posiblemente algunos de mis contados lectores han de haber escuchado o experimentado la sorprendente y hasta absurda “Ley de Murphy”, que no es propia del ámbito jurídico y que se define o se interpreta de numerosas maneras, identificándose con frases como estas: “Cuando buscas algo, encontrarás todo lo perdido, menos lo buscado” o “Cuando pares de buscar algo lo encontrarás”.

Traigo cuento lo anterior porque me ha ocurrido más de una vez. Hace unos tres años, acaso, entre el desorden de mi estudio estaba en búsqueda de un documento que me sería de utilidad inmediata, cuando inopinadamente me topé con un montón de hojas amarillentas, algunas carcomidas por minúsculos bichos y otras con palabras casi ilegibles.

Suspendí lo que buscaba y me puse a leer lo  encontrado: intentos de poemas escritos antes y durante la guerra interna, que había colocado en gavetas de un escritorio, a sabiendas que era imposible su publicación por su contenido “subversivo”; pero carentes de facetas estéticas brillantes.

Los transcribí en el ordenador porque sus originales los había elaborado en una vieja máquina de escribir y en papel periódico.  Se los di a leer a pocos lectores que me instaron a que los recopilara, y después mis amigos y paisanos Miguel Ángel Barrios, politólogo, y Héctor Eliú Cifuentes, académico y poeta, me exhortaron a que se dieran a conocer. Se dedicaron a su clasificación temática y finalmente la Editorial Shecana dispuso publicarlos en forma de libro.
 
Ya en la Sección Cultural de La Hora del viernes pasado Paolina Albani comentó a grandes rasgos el contenido del intento de poemario, que incluye versos dedicados a amigos y compañeros que ofrendaron sus vidas por la libertad, y otra clase de poesías de naturaleza intimista, romántica y cursi. 

El libro que bauticé con el nombre paradójico de “Recuerdos del olvido” será comentado en la Casa del Periodista el sábado próximo a las 5.30 de la tarde, además de que la junta directiva de mi querida APG me honrará con diploma de reconocimiento a mis 50 años de actividad en el periodismo; actividades a las que mis lectores están invitados. Y disculpen la ostensible inmodestia.

(El trovador Romualdo Tishudo lee en el poemario: Quizá mañana en la mañana / o quién sabe si al mediodía / o al terminar la tarde /; tal vez al comenzar de nuevo la ronda de la noche / encuentre lo que no he perdido / para reanudar la búsqueda de olvidos / que no quiero recordar).