Los serbios residentes en el norte de Kosovo acudieron hoy a las urnas en un referéndum que seguramente rechazará por mayoría abrumadora el gobierno de los albano-kosovares — la mayoría musulmana en este país — lo que complicará los intentos de Serbia de ingresar en la Unión Europea.
La UE, e incluso Serbia — que no reconoce la declaración de independencia de Kosovo del 2008 — han pedido a los serbio-kosovares — de mayoría cristiano-ortodoxa — que no realicen el referéndum de dos días que les pregunta si aceptan al gobierno de Kosovo.
Los serbios afincados en el norte levantaron a mediados del año pasado controles de carretera en desafío al gobierno de Kosovo, enfrentándose a la tropa de la OTAN.
Alemania bloqueó la candidatura de Serbia a la UE tras los enfrentamientos, ha exigido que Belgrado desmantele sus instituciones en Kosovo y pidió a los serbio-kosovares que se integren con los musulmanes. Unos 40.000 serbios viven en el norte de Kosovo.
El presidente serbio Boris Tadic dijo que el referéndum complica más las negociaciones con los albano-kosovares — los musulmanes — mientras Belgrado intenta hacer algunas concesiones al gobierno de Pristina, condición para que Serbia acceda a la UE.
El negociador serbio sobre Kosovo, Borislav Stefanovic, dijo que la celebración de referéndum «carece de sentido» porque su resultado — el rechazo del gobierno por parte de los kosovares musulmanes — es algo seguro.
Los funcionarios de la UE revisarán el pedido de Serbia para ser oficialmente candidata a principios de marzo.
En Bruselas, la UE dijo que prepara una nueva ronda de negociaciones entre Belgrado y Pristina para disminuir las tensiones en el norte de Kosovo.
«En el norte existe una situación particular que necesita una solución, pero ni la violencia, ni las barricadas, ni un referéndum contribuirán a ello», dijo la vocera de la UE Maja Kocijancic. «Solamente mediante el diálogo puede lograrse».
Los líderes serbio-kosovares son principalmente miembros de los partidos nacionalistas serbios que desean una mayor relación con Rusia y que se oponen al ingreso en la Unión Europea.
Desean dividir la región norteña de Kosovo bajo su control y reunificarla con Serbia, y consideran el referéndum un paso en esa dirección.
Más de 80 países han reconocido hasta ahora la independencia de Kosovo, incluyendo Estados Unidos y la mayor parte de la Unión Europea.