Ban Ki-Moon llega a Siria


Reunión. El secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon (D), junto al ministro de relaciones exteriores de Siria.

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, efectúa este martes una delicada visita a Damasco centrada en los temas del tribunal internacional para juzgar a los asesinos del ex primer ministro libanés Rafic Hariri y del contrabando de armas hacia las milicias de Lí­bano.


En su primer viaje a Siria desde que asumió sus funciones el 1 de enero, Ban debe entrevistarse con el presidente Bachar Al-Assad y luego con el vicepresidente Faruk Al-Chareh y con el ministro de Relaciones Exteriores Walid Muallem, antes de partir de Damasco en la tarde.

Este viaje se da dos semanas después del que efectuó a Beirut, donde insistió sobre la necesidad de crear un tribunal internacional para juzgar a los autores del asesinato de Rafic Hariri, ocurrido en febrero de 2005 en Beirut cuando el Lí­bano estaba aún bajo tutela siria.

Este tribunal, objeto de una convención entre la ONU y Beirut, es punto de conflicto entre el gobierno libanés, allegado a los occidentales y la oposición apoyada por Damasco que rechaza esta instancia en su forma actual.

Por su parte, Siria es hostil a la creación del tribunal antes que termine la investigación que efectúa la ONU y rechaza de antemano que un sirio pueda comparecer ante él.

En ví­speras del viaje de Ban a Damasco, considerado como el último esfuerzo para evitar que sea el Consejo de Seguridad el que impone la creación del tribunal, la posición no era factor de optimismo.

Ban deberí­a también evocar la cuestión del control de la frontera entre el Lí­bano y Siria.

El 17 de abril, hubo alarma en el Consejo de seguridad por informaciones que señalaban tráfico de armas en esta frontera y llamó a Damasco a reforzar la vigilancia en esta zona.

El Consejo de seguridad pidió a Bann Ki-moon que enví­e «una misión independiente para evaluar la situación en la frontera» sirio libanesa.

La resolución 1701 de la ONU, que en agosto pasado puso fin a la guerra de 34 dí­as entre Israel y el Hezbolá, prohí­be «toda venta o entrega de armas al Lí­bano, salvo las autorizadas por el gobierno libanés».

Ocho mil soldados libaneses fueron desplegados en la frontera entre los dos paí­ses para vigilar los principales cruces.

Siria rechaza enérgicamente la presencia de una fuerza internacional en esta frontera para apoyar a los soldados libaneses y amenaza con cerrar los puestos fronterizos si es necesario.

La situación en Oriente Medio podrí­a también incluirse en el programa de los encuentros del jefe de la ONU.

Ban espera que esta visita «será útil y constructiva» en la perspectiva de los «esfuerzos de paz» en el Oriente Medio, según dijo su portavoz.

La última visita de un secretario general de la ONU a Siria fue la de Kofi Annan en septiembre de 2006.