Salud para el corazón crea tendencia


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Al comienzo de la Semana de la Moda de Nueva York Giselle Blondet y Gloria Estefan desfilaron de rojo para crear conciencia sobre las enfermedades cardíacas que padecen las mujeres.

Por SAMANTHA CRITCHELL NUEVA YORK / Agencia AP

Otra participante en la campaña es la veterana súpermodelo Christie Brinkley, que regresó a la pasarela el miércoles por la noche para el desfile Red Dress Collection, una gala anual organizada por The Heart Truth Red Dress para la prevención de las enfermedades cardiacas entre las mujeres en la cual los diseñadores más destacados crean vestidos para mujeres célebres.

«Tenemos que entender que para poder seguir cuidando a nuestra familia y a nuestros amigos tenemos que cuidar nuestra salud, nuestro corazoncito», dijo Blondet el martes, momentos después de arribar a la Gran Manzana.

En cuanto al placer de portar un «de la Renta» la popular presentadora de origen puertorriqueño expresó que siente una admiración muy especial por el diseñador.

Es «un hombre que siempre nos ha hecho lucir a las mujeres espectaculares, pero aparte de eso ha luchado mucho, viene de unas raíces muy humildes y me fascina tener la oportunidad de lucir un vestido de él», dijo Blondet.

Por su parte, la cubano-estadounidense Estefan lució un vestido de Narciso Rodríguez, el diseñador de ascendencia cubana que ha encantado a la escena de la moda en Nueva York por su estilo delicado.

Además del altruismo el desfile tiene otro lado positivo. El rojo le va bien a muchas, dijo la cofundadora de Marchesa, Georgina Chapman, cuya casa presentó un vestido modelado por la actriz Rebecca Romijn.

«Amo el color rojo, es un color muy apasionado y es fabuloso cuando quieres causar sensación», dijo Chapman, quien advirtió. «No se puede combinar todo en rojo. A mí me encanta usar negro con algún detalle rojo».

La actriz Jenna Elfman, en su estreno en el desfile, usó un vestido sin tirantes de Alberta Ferretti. «Me encanta la moda, me encantan las presentaciones y me encantan las obras de beneficencia».

Brinkley, quien apoya la campaña desde hace años, dudó antes de ponerse otra vez un vestido rojo. Su madre sufre de enfermedades cardiacas graves y ha tenido cinco derrames cerebrales y un paro cardiaco, por lo que pensaba que debía estar con sus padres.

Pero ellos la alentaron a desfilar, dijo en una conmovida entrevista telefónica. «Mis padres comprenden mejor que nadie la importancia de recibir la atención adecuada. Están orgullosos de mí y de que haya llegado a una posición en la que puedo retribuir».

Brinkley, de 58 años, dijo que aprendió que la mejor manera de tener una vida saludable es vivirla.

«Siempre solía dejarme de lado, pero quiero estar fuerte y disponible para mis hijos, para mí y para mis padres».