El influyente diario norteamericano Washington Post publicó ayer un editorial sobre la actitud de los Estados Unidos tras los experimentos inhumanos realizados en nuestro país por médicos que trataban de probar la utilidad de la penicilina en el tratamiento de enfermedades venéreas como la gonorrea y la sífilis. El comentario es sumamente crítico porque estima que el gobierno de Obama, que reconoció la gravísima afrenta cometida contra nuestro país al usar a nuestra gente como conejillos de Indias, no ha hecho lo suficiente para compensar adecuadamente el daño causado.
Se refiere el Washington Post a la batalla legal que ganó el Departamento de Justicia al evitar una demanda presentada en nombre de víctimas de esa atrocidad con base en tecnicismos legales. Y dice que hay que recordar que tanto Obama como la secretaria de Estado, Hillary Clinton, y la secretaria de Salud, Kathleen Sebelius, calificaron los experimentos como indignantes y condenaron las aberrantes prácticas de investigación que deliberadamente provocaron el contagio de guatemaltecos para realizar los experimentos, lo que demanda una compensación que va más allá del anuncio de que se invertirán 750,000 dólares para combate de enfermedades de transmisión sexual en el país.
Afirma el rotativo de la capital norteamericana que ya se ha avanzado en identificar a las víctimas de los experimentos y que por lo tanto la administración de Obama tiene que hacer un esfuerzo por compensar adecuadamente a los afectados y sus descendientes porque es inhumana la actitud que han asumido. Y compartimos plenamente el punto de vista del Washington Post y nos congratulamos de que haya periodistas en Estados Unidos que coincidan con nosotros en cuanto a la gravedad de la afrenta causada a nuestros connacionales.
La cancillería guatemalteca tiene que tener una actitud coherente con la línea de ese editorial y realizar gestiones eficientes para lograr las compensaciones que en justicia corresponden. La actitud del Gobierno norteamericano y su Departamento de Justicia son indignas e intolerables porque anteponen la inmunidad de los científicos norteamericanos a la dignidad de los guatemaltecos y eso no se vale luego de haber causado un daño que en muchos casos fue irreparable.
Nosotros protestamos enérgicamente cuando se produjo ese fallo judicial que eliminó la demanda que planteaban víctimas guatemaltecas porque era la confirmación de que hay quienes dividen al mundo entre ciudadanos de primera y de segunda clase. Hoy el Washington Post coincide con nuestra postura de exigir una justa compensación monetaria para los que sufrieron el abuso inhumano y cruel de quienes vinieron a enfermar a guatemaltecos sin su consentimiento para realizar pruebas de laboratorio.
Minutero:
Ni siquiera a la SAAS
pudieron dejar en paz;
en el tema electoral
todo paró siendo arrabal