La compañía British Airways, que controla el 10% de Iberia, lanzó hoy una ofensiva financiera con el fin de apoderarse de la aerolínea española en una operación conjunta con fondos de inversión, en un nuevo capítulo de la batalla por la supremacía en los cielos europeos.
British Airways, primer accionista de Iberia, anunció que tuvo contacto con «varios fondos de inversiones con miras a proponer una oferta en consorcio sobre Iberia», líder europeo de los vuelos hacia América Latina.
Una alianza BA-Iberia le estaría pisando los talones al mayor grupo europeo, formado por el grupo franco-holandés Air France-KLM.
El anuncio de BA pone fin a varios meses de rumores sobre su futuro papel en torno a la compañía española, atractivo blanco en Europa para varios compradores potenciales.
El primero en mostrar su interés por la línea aérea española fue el fondo de inversiones estadounidense Texas Pacific Group (TPG), que el 30 de marzo pasado anunció que estudiaba una oferta de 3,60 euros por acción, lo que valora la compañía en 3.400 millones de euros.
Esa cifra es una propuesta a título indicativo, pues está por debajo del valor bursátil de Iberia, de unos 3.700 millones de euros.
Pero TPG y BA no son los únicos pretendientes potenciales de Iberia.
La alemana Lufthansa ha sido mencionada a menudo, en medio de un cielo europeo en plena ebullición.
Es un sector en el que los márgenes son pequeños y en el que las compañías buscan economías de escala creciendo en tamaño, una necesidad ahora imperativa ante el futuro acuerdo de «cielos abiertos» entre Europa y Estados Unidos.
Según este acuerdo, las compañías podrán volar libremente entre ambos lados del Atlántico, acrecentando la competencia.
Ya se han producido varias fusiones, como la de Air France-KLM en 2004 y la unión entre Lufthansa-Swiss en 2005. El Estado italiano también busca desesperadamente un comprador para la compañía Alitalia, que tiene grandes dificultades.
Iberia aparece como la próxima en esta carrera.
Aplica un severo plan de reducción de costes, oferta numerosas rutas hacia América Latina, un mercado en el que todas las compañías quieren entrar, y se encuentra en dificultades en el ámbito interior por la competencia de las compañías de «bajo coste».
El 21 de marzo, la compañía de bandera española anunció formalmente que estaba dispuesta a una unión, tras haberse dejado querer por otras compañías europeas durante meses.
Por ahora está ligada a British Airways (BA) y es miembro de la alianza aérea Oneworld, liderada por la compañía británica.
Esta última se opuso al acuerdo de cielos abiertos, que va a reducir su hegemonía sobre las rutas transatlánticas que salen del aeropuerto londinense de Heathrow, el primero de Europa.
El texano TPG, por su parte, está maniobrando con otros fondos de inversión para tratar de hacerse con la compañía australiana Qantas.
Por otro lado, Lufthansa no deja de repetir que Iberia es «atractiva», pero demasiado cara.
La compañía española no ha hecho ningún comentario sobre el anuncio de BA, añadiendo que todavía no ha recibido ninguna proposición.
La compañía británica, que «ha excluido hacer una oferta independiente» por Iberia, y no piensa aumentar su parte del 10% en el capital de la española, no ha precisado la identidad de los fondos con los que ha hablado, negándose también a decir si TPG forma parte de ellos.
Otra novedad del lunes: una parte considerable de Iberia (6,7%) estará pronto en venta. El grupo tabaquero franco-español Altadis anunció que va a vender sus activos no estratégicos, y aunque no quiere revelar si su parte en Iberia forma parte de estos, esta venta parece estar fuera de dudas y podría ser un gran actractivo.