Carles Puyol se desmelena


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El capitán azulgrana solucionó anoche la papeleta al Barça y lo hizo con un sensacional remate de cabeza en un córner batiendo al meta del Valencia, Diego Alves.


Del mismo modo que en el Bernabéu y en unos escasos veinte días de diferencia, el tiburón Carles Puyol volvió a marcar a su más puro estilo. Ayer, el futbolista de La Pobla de Segur volvía a ser el encargado de echarse el equipo a la espalda.

Ante el Valencia, Pep Guardiola pudo ver un equipo tácticamente muy bien situado en el campo, cerrando espacios en defensa y con mucha pegada a través de Jérémy Mathieu, Roberto Soldado y Jordi Alba. Los azulgrana nunca dejaron de atacar y de mover el balón fieles a su estilo. Alexis Sánchez lo intentó, Leo Messi también, incluso Gerard Piqué y Dani Alves tuvieron su oportunidad de ver gol. Pero ayer el Barça no estaba acertado y Puyol puso en marcha su función de capitán del equipo y sacó toda su veteranía.

Lo curioso es que Puyol no jugó en su posición natural de central, ya que Pep lo colocó de lateral derecho, ocupando el lugar de Alves. La idea era mantener un eje defensivo sólido por las bandas y por el centro y el capitán del Barça resultó ser una pieza clave para bloquear la banda izquierda de ataque del Valencia. El equipo necesitaba salida del balón con Piqué y Javier Mascherano teniendo en cuenta que el de Santpedor ayer dio descanso a Xavi Hernández.

El Barça por momentos parecía desesperado, incluso desmotivado por la ?falta de azar? a la que el mismo Guardiola apelaba en la rueda de prensa posterior al partido. Pero para eso estaba Puyol, el jugador polivalente que siempre está ahí. En el Bernabéu ya demostró de nuevo ser el estandarte del equipo, cargándose a las espaldas la ardua tarea de subir a rematar un córner contra un Madrid experto en generar contras rapidísimas. Aún y así, Puyol subió, remató y marcó del mismo modo que lo hizo en el histórico 2-6 que el Barça le endosó al Madrid en Liga el pasado 2009.

Él mismo adoptó el papel de animar a un equipo que parecía descolocado la pasada semana en el Camp Nou en la vuelta de Copa. Cristiano Ronaldo y Karim Benzema habían puesto el partido cuesta arriba para el Barça con sus goles, a lo que Puyol respondió con psicología y casta para sus compañeros de equipo.

Anoche, ante el Valencia, el central del Barça sacó lo mejor de sí mismo fruto de la motivación y la ambición que sigue teniendo a sus 33 años. Puyol acumula tres goles esta temporada, pero lo más sorprendente es que ayer nadie tenía el ojo puesto en él. El foco eran Messi, Cesc Fábregas y Alexis y nadie contaba con el atrevimiento particular de Puyi. Ayer se ofreció por completo al ataque azulgrana, incluso demostró tener buena técnica ofensiva logrando sortear dos rivales con dos ruletas consecutivas, jugada que pudo acabar en gol.

No es la primera vez que vemos a Puyol pisando área, y cada vez cree más en sus posibilidades de marcar a balón parado. Cuando los delanteros no marcan y no entran los balones, él sabe ampliar sus competencias como jugador. Sabe darse tregua por unos segundos de su tarea defensiva para solventar la papeleta de los delanteros rematando en corners con su inconfundible melena, con su ambición por llevar a su equipo a lo más alto. Sus números hablan por si solos, 537 partidos en trece temporadas. Que nadie dé a Puyol por jubilado, todavía tiene camino por recorrer y el equipo necesita su espíritu en el campo.