El magnate de la telefonía Carlos Slim refutó ayer un estudio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico que aseguró que hay una falta de competencia en el mercado de telecomunicaciones que le cuesta millones de dólares al país.
La OCDE señaló en un estudio divulgado el lunes que los mexicanos pagaron un sobreprecio de unos 13 mil 400 millones de dólares anuales entre 2005 y 2009, además de que la falta de competencia real se ha traducido en una pérdida anual de 25 mil 800 millones de dólares al año en el mismo periodo, un equivalente de un 1,8% del producto interno bruto.
Slim calificó las cifras como «una fantasía».
El mexicano Slim, considerado uno de los hombres más ricos del mundo, aseguró en rueda de prensa que en los últimos años su empresa de celulares (Telcel) ha reducido los precios para los consumidores y su compañía de telefonía fija (Telmex) no ha incrementado sus tarifas.
Afirmó que Telmex y Telcel juntas no tienen ventas por más de 17 mil millones de dólares, por lo que consideró que la cifra de 25 mil 800 millones de pérdidas es una «jalada de los pelos».
En telefonía fija, Telmex domina un 80% del mercado y en celular, Telcel tiene un 70%.
Telcel es la unidad mexicana de América Móvil, el principal operador de telefonía celular en Latinoamérica y que también es propiedad de Slim.
El magnate rechazó que sus empresas sean monopolios.
El empresario expresó que «si tenemos menos del 100% (de participación en el mercado) quiere decir que hay otros competidores».
Interrogado sobre la entrada potencial al mercado de la telefonía móvil del gigante de la televisión, Televisa, Slim dijo que no teme a competir con nadie. «Lo que sí queremos es que inviertan, que no se cuelguen de nuestras inversiones», señaló.
Televisa, el mayor productor de programas de televisión en español, anunció en abril de 2011 su decisión de invertir más de 1 mil 600 millones de dólares para comprar el 50% de la empresa de telefonía móvil Iusacell, propiedad de Grupo Salinas que también participa en el mercado de televisión abierta con TV Azteca, la segunda cadena del país.
La OCDE señaló en su estudio que Iusacell tiene un 4,4% del mercado de telefonía móvil y algunos creen que la entrada de Televisa impulsaría a esa empresa para generar más competencia en el sector.
La fusión de Televisa y Iusacell, sin embargo, está sujeta a la aprobación del órgano antimonopolios que ya ha tomado una decisión, pero no la ha hecho pública. Hace unos días la prensa mexicana divulgó versiones encontradas tanto en el sentido de que fue rechazada como que se autorizó, pero con ciertas condiciones.
Televisa y TV Azteca se mantienen enfrentados con Slim, cuyas empresas dejaron de anunciarse en las dos televisoras con el argumento de que les aplicaban tarifas altas y condicionamientos.
Telmex interpuso en 2011 denuncias por supuestas prácticas monopólicas contra Televisa y TV Azteca.
Empresas de telefonía fija y móvil vinculadas a las dos televisoras también demandaron a la compañía telefónica de Slim.
Detrás del conflicto entre el magnate y las televisoras también se encuentra el deseo de Slim de ingresar al mercado de la televisión.
Slim aseguró ayer que su interés es entrar al mercado de televisión de paga, no en señal abierta que domina Televisa y TV Azteca, aunque aún esperan que las autoridades regulatorias le den la autorización.
«Lo que pedimos es poder ofrecer en nuestra red televisión de paga», dijo. Añadió que lo único que le queda es «ser paciente» a que le sea autorizado.