La Unión Europea bloqueó hoy la planeada fusión de Deutsche Boerse con NYSE Euronext, un acuerdo de 10 mil millones de dólares que habría creado el operador de bolsas financieras más grande en el mundo.
La Comisión Europea, el órgano ejecutivo de la UE, dijo que había fallado en contra de la fusión porque la bolsa combinada habría controlado más de 90% de las transacciones de derivados financieros europeos: productos financieros complejos, pero altamente lucrativos que permiten a los inversionistas apostar sobre cambios en las tasas de interés o los precios del crudo.
Dijo que el dominio del mercado por la compañía resultante habría sido tal que haría prácticamente imposible para los competidores ofrecer sistemas rivales.
«La fusión entre Deutsche Boerse y NYSE Euronext habría llevado a un monopolio casi total de derivados financieros europeos en todo el mundo», dijo el comisionado de competencia de la UE, Joaquín Almunia, en una declaración.
«Estos mercados están en el corazón del sistema financiero y es crucial para la economía europea que permanezcan competitivos», agregó.
La decisión de la comisión asestó un duro golpe a Deutsche Boerse AG y NYSE Euronext, que esperaban que la combinación de sus operaciones les permitiesen competir mejor con otras bolsas grandes en Estados Unidos y Asia.
Sin embargo, subraya además la profunda transformación que su sector -y los mercados financieros en general- han tenido en la última década. Hoy, el valor de contratos de derivados financieros ha superado por mucho el valor de productos financieros tradicionales como acciones y bonos.
Deutsche Boerse y NYSE Euronext consiguieron ingresos enormes gracias a esa tendencia y en la actualidad poseen las bolsas de derivados financieros más grandes en Europa. Un esfuerzo de reguladores en todo el mundo para llevar más derivados financieros a las bolsas para hacer el mercado más transparente ha abierto oportunidades aún mayores para los participantes establecidos.
Para hacer la fusión aceptable, la Comisión Europea había demandado que las compañías vendiesen Eurez, de Deutsche Boerse, o Liffe, de NYSE Euronext, algo que las firmas rechazaron.