Se corre el peligro de una psicosis colectiva al retirar dinero de un banco, ante el temor de perder el fruto de un esfuerzo empresarial o del trabajo personal y lo peor, la incertidumbre de perder hasta la vida.
Lic. Jesús Abalcázar López *
jesus.abalcazar@gmail.com
Es imperdonable que ya no sea posible retirar de un banco algunos cientos o miles de quetzales, producto de ahorros o inversiones, sin tener la espada de Damocles sobre nuestra cabeza, al poder ser objeto de un robo a mano armada. Los criminales tienen hasta el descaro de exigir la cantidad completa del dinero retirado. Entonces, surge “la pregunta del millón de dólares”: ¿Cómo lo saben? ¿O será que tienen vista de Rayos X, como los ojos de Superman, para ver desde lejos y enterarse de cada operación bancaria que realizan las personas?
Sin embargo, usted y yo sabemos que aquí no hay ningún misterio, porque está claro que se trata de bandas de criminales que tienen como sus cómplices a otros empleados-delincuentes que se han ubicado para trabajar como empleados en las ventanillas que atienden al público, y son ellos quienes pasan la información a los asaltantes, “no hay de otra”, pues de otra manera sería materialmente imposible poder efectuar los atracos, considerando que lo hacen con tanta rapidez, alevosía y ventaja.
Pasemos a otro ángulo del asunto, el lado de los empresarios banqueros, quienes están, ¡bien gracias! ¡Seguro que sí! Porque a ellos, aunque los registren, seguirán demostrando su indiferencia ante esta apremiante situación. Al fin y al cabo que esto no les afecta, pues los asaltos son en la calle y no en sus agencias. Pero, ante ello, surge la inquietud por conocer, ¿Cuál es el papel de la Policía Nacional Civil, en la prevención y persecución de estos delitos, todos los días? ¿Y el Gobierno y el Estado en su conjunto, qué están haciendo para acabar con este flagelo? O será que al igual que los banqueros, también ellos se encuentran: ¡bien gracias!
Tiene la palabra el Gobierno, para que, de manera urgente, presenten un proyecto de ley contra el robo de retiros bancarios, donde se debe establecer la corresponsabilidad de los bancos en estos delitos, puesto que deben responder por los delitos cometidos por algunos de sus empleados pagadores y otros que también participan en la fuga de información, para que sean consignados a los tribunales de justicia. Ya es tiempo de que los banqueros respondan por la contratación de su personal, y deben tener vigilancia interna, puesto que ya son incontables los robos por retiros bancarios y por la incontrolable pérdida de vidas humanas como consecuencia del asesinato de clientes de algún banco del sistema, cuando dichas personas se retiran en sus vehículos.
También le damos la palabra a los señores diputados del Congreso de la República para que elaboren y presenten este proyecto de ley, en el caso de que el Presidente de la República no lo haga antes, y que en todo caso, deben aprobarla de urgencia nacional. Es inpostergable que se aborde este angustioso tema, porque no es posible que la autoridad e involucrados, permanezcan inactivos, mientras que el pueblo está desprotegido y continúan exponiéndose y perdiendo su vida a manos de criminales sanguinarios, que como bestias sedientas de sangre, alimentan su ambición de enriquecimiento económico ilícito, sin importarles la muerte de vidas inocentes de cientos y miles de guatemaltecos agobiados.
En el caso de no presentarse un proyecto de ley específico, se deben proponer reformas a las leyes existentes. La ley debe consignar el derecho de los cuentabientes, respecto de ser resarcidos del monto económico del retiro bancario que se les haya robado, así como proveerlos de un seguro, en el caso de fallecimiento del cuentabiente y de sus familiares y/o acompañantes.
*Periodista Asociado de la APG