El gabinete de Japón aprobó el martes un proyecto de ley que impone un límite de 40 años a la vida operativa de los reactores nucleares, una de varias medidas que buscan mejorar la seguridad luego del desastre de Fukushima del año pasado.
La aprobación se produjo mientras un equipo internacional de expertos de la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA) apoyó en general los resultados de las «pruebas de estrés» aplicadas en dos reactores detenidos de una planta en el oeste de Japón.
El equipo de la AIEA, sin embargo, dijo que su aval a los esfuerzos del gobierno japonés para reanudar la operación de los reactores está condicionado a que cumpla con algunas medidas de seguridad.
Japón no tiene actualmente un límite legal en la vida útil de sus 54 reactores, muchos de los cuales llegarán a los 40 años en los próximos años. Uno de los tres reactores de la planta Dai-ichi de Fukushima, que fue dañada por un tsunami, ha estado operando desde hace 41 años y otros cinco llevan más de 30 años en operación.
La iniciativa aprobada el martes por el gabinete, que aún necesita la aprobación parlamentaria para entrar en vigencia, permite otorgar una extensión de hasta 20 años en algunos casos, una excepción que los detractores señalan como un hueco legal. Las autoridades han dicho que las extensiones no serán la norma y que requerirán de estrictos estándares de seguridad.
El gabinete también aprobó un proyecto de ley para la creación de un nuevo organismo regulador nuclear del Ministerio de Medio Ambiente que unifique los diversos organismos reguladores de seguridad nuclear.