El presidente ucraniano, Viktor Yushenko, y el primer ministro, Viktor Yanukovich, se reunieron de nuevo hoy para intentar resolver la crisis política del país, que sigue sacando a las calles a miles de manifestantes seguidores de ambos rivales.
En tanto, la Corte Constitucional examina por cuarto día el recurso contra el decreto presidencial de disolución del Parlamento.
«La cuestión principal de la reunión fue la solución de la crisis política», confirmó en una nota oficial la presidencia, que precisó que el encuentro tuvo lugar a petición del primer ministro.
Yanukovich pide la retirada de ese decreto, mientras que el presidente insiste en que no dará marcha atrás en su decisión y que sólo aceptará un aplazamiento en la fecha de las elecciones, previstas por el momento para el 27 de mayo.
El pro-occidental Yushenko decretó el 2 de abril poner fin a la legislatura del Parlamento, donde la mayoría del pro-ruso Yanukovich tachó la medida de ilegal y la recurrió al Constitucional, que examina la cuestión desde el martes.
No obstante, Yanukovich dejó entender el miércoles que se puede llegar a un acuerdo político antes de que se pronuncie el alto tribunal.
Mientras tanto, en la Corte Constitucional este viernes, al igual que ya ocurriera la víspera, el representante del presidente, Volodymyr Chapoval, que defiende la validez de la disolución, siguió respondiendo a las preguntas de los 18 jueces de esa instancia.
Fuera, miles de personas entre los que había muchos jóvenes, se manifestaron nuevamente para pedir en unos casos la nulidad del decreto y en otros la celebración de elecciones.
Además, la oposición parlamentaria formada por el Bloque Yulia Timoshenko, el partido del presidente Nuestra Ucrania y el movimiento Autodefensa Popular convocaron una manifestación para el viernes por la noche en la plaza de Europa, en el centro de Kiev.
La marcha ha sido organizada bajo el lema «Â¡No a la rebelión! ¡Sí a las elecciones!», según informó el grupo de Yushenko.
Por otra parte, el jueves, la asamblea de parlamentarios del Consejo de Europa criticó en Estrasburgo las presiones a las que fue sometida la Corte Constitucional ucraniana.
La autoridad de la Corte «debe ser garantizada y respetada», y «las presiones inaceptables sobre los jueces tienen que ser investigadas y perseguidas por la vía penal», reza una resolución aprobada por la institución.
En tanto, la prensa ucraniana especulaba este viernes con la decisión de la Corte.
«Los jueces reconocieron (…) que ya están listos para tomar la decisión ’desde hoy’, pero que no pueden saltarse el procedimiento», según el diario económico Delo.
«No hay casi posibilidades» de que la Corte reconozca la validez del decreto, estimó por su parte el diario Segodnia, próximo al gobierno.
Para el politólogo alemán Alexander Rahr, entrevistado en las páginas del periódico Den, cabe esperar un compromiso. «Es posible que se alcance un acuerdo y que las elecciones se celebren no este año, sino a finales del próximo. Así las dos partes podrán salvar las apariencias», estimó.