Ataques coordinados realizados por una secta islámica extremista dejaron al menos 143 muertos en la ciudad más grande del norte de Nigeria, dijo un directivo hospitalario el sábado.
El funcionario habló con la Associated Press bajo la condición de no ser identificado.
Soldados y policías llenaron las calles de Kano, una ciudad de más de nueve millones de habitantes que sigue siendo un importante centro político y religioso en el norte musulmán de Nigeria. Pero su efectividad estaba en duda, pues los cadáveres uniformados de muchos de sus colegas yacían en la atestada morgue del Hospital de Especialidades Murtala Muhammed, el mayor de Kano.
La secta Boko Haram, cuyo nombre significa «La educación occidental es sacrilegio» en la lengua hausa local, se adjudicó la responsabilidad, según un mensaje que su portavoz alias Abul-Qaqa envió a los periodistas. Dijo que el ataque fue perpetrado en respuesta a la negativa del gobierno estatal de liberar a miembros del grupo detenidos por la policía.
Los registros revisados por un reportero de The Associated Press en ese hospital mostraban que al menos 120 personas murieron en los ataques que comenzaron el viernes por la tarde después de las oraciones musulmanas, mientras las tiendas cerraban para el fin de semana en la extensa y polvorienta ciudad.
Un funcionario de la morgue, que habló con la AP a condición de guardar el anonimato porque no está autorizado a hablar con periodistas, dijo que tenían 126 cuerpos allí. Es probable que haya más cadáveres en otras clínicas y hospitales de la ciudad.
Los atacantes tenían como blanco cinco edificios de la policía, dos oficinas de inmigración y la sede local del Servicio de Seguridad del Estado, la policía secreta de Nigeria, dijo Olusola Amore, portavoz de la policía federal, en un comunicado emitido el viernes por la noche.
Los voluntarios ofrecieron primeros auxilios a los lesionados y evacuaron a los heridos de gravedad a los hospitales locales, dijo Nwakpa O. Nwakpa, vocero de la Cruz Roja Nigeriana. Indicó que las autoridades aún recogían cadáveres desperdigados en los alrededores de donde ocurrieron los ataques.
Un sondeo de dos hospitales efectuado por la Cruz roja mostró que cuando menos 50 personas resultaron heridas en el ataque del viernes, señaló.
Las autoridades estatales declararon un toque de queda de 24 horas el viernes por la noche mientras los habitantes se ocultaban en sus hogares en medio de los enfrentamientos.
Boko Haram ha llevado a cabo ataques cada vez más sofisticados y sangrientos en su campaña por implementar la estricta ley sharia en toda Nigeria, una nación multiétnica con más de 160 millones de habitantes.
La secta es responsable de cuando menos 510 asesinatos tan sólo el año pasado, de acuerdo con un conteo de la AP. En lo que va de 2012 el grupo ha sido responsabilizado de al menos 196 muertes, también según un conteo de la AP.