Rivelino une con raí­z gigante catorce sitios históricos


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La imagen parece sacada de una cinta de ciencia ficción: una raí­z gigante invade los sitios emblemáticos de la capital mexicana. Sus tallos brotan intermitentemente por la ciudad, arrancando desde la zona arqueológica de Tlatelolco. Metros adelante, emana en la Plaza de las Tres Culturas con ondulantes ramificaciones que forman un laberinto en la misma plancha que atestiguó la masacre estudiantil de 1968.

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Por ISAAC GARRIDO MEXICO / Agencia AP

«Raí­ces», la nueva instalación monumental del artista mexicano Rivelino, quien creó una raí­z de acero de 28 toneladas revestida de poliuretano y fibra de vidrio, se asoma de la tierra y los balcones de algunos edificios alrededor de 14 sitios históricos para impulsar la observación y la reflexión sobre el pasado de México.

«Se trata del cuestionamiento de lo que somos, de hacer un apunte sobre los hechos históricos… de darse cuenta que todos los momentos están conjugados con situaciones de dolor, situaciones de alegrí­a», dijo el artista.

En «Raí­ces», que se inauguró la noche del miércoles y que se exhibirá hasta fines de febrero, Rivelino intervino recintos como el Palacio de Bellas Artes y el Museo Nacional de Arte con su escultura, integrada por más de 250 tramos que, ensamblados, alcanzan una longitud de 1,2 kilómetros.

El montaje requirió la ayuda de 250 voluntarios que fueron capacitados en los meses previos, y rebasó las 48 horas continuas de trabajo.

Alejandra Gilling, coordinadora del Circuito de Galerí­as Abiertas de la Secretarí­a de Cultura capitalina, señaló que la obra es la más grande que se ha instalado en la ciudad desde el 2006, cuando se instauró el circuito con el fin de promover el arte en las ví­as públicas.

«Raí­ces» le sigue a «Nuestros silencios», otra obra monumental que Rivelino instaló en el 2011 en el Zócalo, la plaza central de la capital mexicana, tras haberla presentado en varios paí­ses de Europa a lo largo de dos años.

En «Nuestros silencios» Rivelino abordó el tema de la libertad de expresión a través de 10 esculturas de bronce que pesaban una tonelada cada una.

El artista, cuyo nombre completo es José Rivelino Moreno Valle, aseguró que su nuevo proyecto es una consecuencia directa de su trabajo anterior, que calificó como una emoción cerrada, mientras que «Raí­ces» tiene un discurso «completamente abierto».

El carácter público «es una de las pasiones para poder hacer una cosa como esta, que sea completamente público, que no haya una barrerita, que no haya una primera y última fila, que sea mayormente democrático y completamente libre de interpretación», dijo el artista sobre «Raí­ces».

Para Gilling, Rivelino abordó con éxito el reto de crear piezas destinadas a la ví­a pública.

«Una cosa es el arte que se hace para ser presentado en galerí­as y en espacios cerrados, que de pronto se lleva a la calle, y otra cosa es pensar en el arte para la calle, para estar en un camellón, en la intervención de diferentes inmuebles», dijo la funcionaria.

Rivelino dijo que financió su obra con capital privado. Según el diario Reforma, habrí­a costado unos 8 millones de pesos mexicanos (casi 600.000 dólares), aunque el artista no quiso corroborar esta cifra.

«Con esta idea de pedir financiamiento privado sólo pretendí­a construirlo (el proyecto) y no gastarme dinero del gobierno», señaló el creativo. «A mí­ me importa involucrar al empresario mexicano y al coleccionista mexicano a invertir en arte que muchos creerán efí­mero».

Esta fue otra de las razones por las que la Secretarí­a de Cultura apoyó al artista.

«Rivelino nos presentó un proyecto que estaba 100% financiado. Nos pareció que tení­a calidad, que iba a causar muy buen impacto en el público», dijo Gilling. «Está respaldado por la iniciativa privada, pero no es un proyecto que sea publicidad disfrazada de cultura».