Estudia objetos dejados por migrantes en frontera


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Un antropólogo de origen mexicano ha recolectado más de 10 mil objetos que migrantes dejaron en el desierto al cruzar la frontera con Estados Unidos para estudiar el fenómeno social que ello representa.

Por CLAUDIA TORRENS NUEVA YORK / Agencia AP

Jason de León, profesor adjunto de antropologí­a de la Universidad de Michigan, dijo que pretende entender las experiencias que viven miles de migrantes al intentar llegar a Estados Unidos y los aspectos económicos y sociales que rodean al fenómeno.

El antropólogo ha acumulado en su laboratorio mochilas, botas, botellas de agua, mensajes, cartas de amor y zapatillas deportivas que ha encontrado en el desierto de Sonora desde el 2008.

Los artefactos no son basura, explican las historias personales y dramáticas de migrantes en busca de una vida mejor y ofrecen una perspectiva del sistema polí­tico y económico que rige la región, señaló.

«Tengo estas zapatillas deportivas Nike probablemente fabricadas en Indonesia por una fuerza laboral explotada y que ahora llevó una mujer indocumentada intentando llegar a un paí­s rico para realizar trabajo no autorizado», explicó De León durante una entrevista telefónica. «Todo esto tiene sentido bajo las lentes de la antropologí­a».

Usando la arqueologí­a y también entrevistando a migrantes en México sobre su vida, De León espera finalizar en los dos próximos años un libro en el que explica todo el proyecto.

El Museo Nacional de Historia de Estados Unidos -una institución Smithsonian en Washington-  está, de hecho, interesado en la colección, confirmó Fath Ruffins, una de sus curadoras. Los objetos de De León serí­an incluidos en una exposición sobre la historia de la inmigración en Estados Unidos, explicó.

Objetos encontrados en el desierto que pertenecí­an a migrantes ya han sido expuestos en el pasado en museos de Texas o California, como parte de otras colecciones o investigaciones.

El investigador de 34 años, nacido en el sur de Texas, dijo que ha descubierto productos diseñados especialmente para los migrantes que cruzan la frontera como botellas de agua de la marca Santo Niño de Atocha y botellas de plástico negro, usadas por los migrantes debido a que son mejores para camuflar.

De padre mexicano y madre filipina, De León empezó a interesarse por la migración cuando trabajó 10 años en México como arqueólogo.

«Me impactaron las historias de los hombres locales que contratábamos para ayudarnos con el trabajo arqueológico. Me explicaron cosas terribles que les pasaron en el desierto… la violencia, el ser robados por bandidos, quedarse sin agua, secuestrados por coyotes», explicó el profesor.

Así­ fue como nació el proyecto en el que ahora colaboran 25 personas que le ayudarán a recopilar más objetos este verano, cuando regresen a la sección del desierto en Arizona.

A medida que pasa el tiempo De León se topa con menos objetos, señaló. No sólo se ha reducido la migración ilegal en la frontera debido a la crisis económica que sufre Estados Unidos sino que ahora los inmigrantes cruzan en grupos más pequeños y por zonas más remotas, explicó.

Según el Centro Hispano Pew de investigación, el número de mexicanos que anualmente abandonaba su paí­s para ir a Estados Unidos pasó de ser de más de un millón en 2006 a aproximadamente 404mil en el 2010.