Atacan a turistas internacionales


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Una banda de hombres armados atacó en el norte de Etiopí­a a un grupo de turistas europeos, mató a cinco, hirió a dos y secuestró a otros dos, informó hoy un funcionario etí­ope.

Por LUC VAN KEMENADE ADIS ABEBA / Agencia AP

El ministro de Comunicaciones, Bereket Simon, afirmó que los agresores provinieron de la vecina Eritrea y atacaron a los turistas en la madrugada de ayer. Dos etí­opes también fueron secuestrados. Eritrea negó que estuviera involucrada.

Bereket especificó que entre los turistas extranjeros que fueron atacados habí­a austrí­acos, belgas, alemanes, húngaros e italianos.

Dos alemanes, dos húngaros y un austrí­aco murieron, según un informe de Interpol citado por el vocero del primer ministro húngaro. Dos belgas resultaron gravemente heridos y dos italianos escaparon ilesos, agregó el informe. Dos alemanes fueron secuestrados.

El ministerio de Relaciones Exteriores de Austria confirmó que un austrí­aco estaba entre los muertos.

La televisión estatal etí­ope dijo el martes que en el grupo habí­a ocho turistas, pero el vocero del ministerio austrí­aco, Peter Launsky-Tiefenthal, afirmó el martes por la noche que podrí­an haber sido atacados dos grupos con hasta 22 personas, aunque aclaró que no estaban confirmadas las cifras.

Los turistas visitaban una región volcánica en la región norteña de Afar, que está por debajo del nivel del mar y es notoria por el intenso calor y las salinas.

Al parecer los turistas viajaban con la empresa Green Land Tours and Travel con sede en Adis Abeba, según tres personas en la capital etí­ope, que pidieron no ser identificados porque la información todaví­a no se difundió públicamente.

Green Land Tours and Travel ofrece un paquete de 15 dí­as a la región de Afar.

Bereket dijo que «algunos grupos entrenados y armados por el gobierno eritreo» atacaron a los turistas a unos 20 a 25 kilómetros (12 a 15 millas) de la frontera eritrea.

El embajador de Eritrea ante la Unión Africana, Girma Asmerom, dijo que las afirmaciones etí­opes eran «una mentira absoluta» y que el ataque era una cuestión interna etí­ope.

Etiopí­a y Eritrea libraron una guerra fronteriza entre 1998 y 2000 en la que murieron unas 80.000 personas.