Las autoridades rusas dijeron hoy que aún no saben exactamente dónde cayó a tierra una sonda marciana fallida, un día después del desplome.
La sonda no tripulada Fobos-Tierra cayó ayer después de haber orbitado la Tierra durante dos meses.
El aparato, de 170 millones de dólares, fue uno de los objetos espaciales más pesados y tóxicos que haya caído sobre la superficie terrestre, pero las autoridades espaciales y los expertos dijeron que los riesgos eran mínimos debido a que el combustible tóxico del cohete y la mayor parte de la estructura se calcinarían en la atmósfera antes del impacto.
Según agencias noticiosas, el vocero del ministerio de defensa Alexei Zolotujin dijo ayer que fragmentos de la sonda cayeron en el océano Pacífico frente a las costas de Chile, pero Zolotujin dijo a The Associated Press el lunes que la afirmación se basaba en cálculos y que no se habían recibido confirmaciones de testigos.
El subjefe de la agencia espacial rusa, Anatoly Shilov, dijo a la televisión estatal Vesti que los datos de la agencia suponen también que la sonda se desintegró en algún punto sobre Brasil.
Una declaración el lunes de la agencia espacial Roscosmos informó sobre el cálculo del ministerio de Defensa pero no dio más detalles debido «a la falta de medios de inspección visual y otros» en la región.
La nave Fobos-Tierra debía viajar a uno de los satélites mellizos de Martes, Fobos, descender sobre su superficie, recoger muestras del suelo y traerlas de regreso a Tierra en 2014, pero después de su lanzamiento el 9 de noviembre quedó atascada en una órbita terrestre y fueron infructuosos los esfuerzos de expertos rusos y de la Agencia Espacial Europea por reactivarla.