El gobierno del presidente francés, Nicolas Sarkozy, recibió hoy una pequeña muestra de apoyo de parte de Moody’s, después que otra agencia de calificación de riesgos, la rival Standard & Poor’s, reprobara la semana pasada la manera en que el país ha manejado su economía y, de forma más amplia, la crisis de la deuda europea.
Moody’s anunció hoy que mantiene la valoración máxima a la calidad crediticia de Francia, de AAA, y mantuvo, además, el panorama de Francia como estable. La semana pasada, S&P lo consideró negativo.
Moody’s mencionó la fortaleza general de la economía gala al justificar su decisión, pero advirtió que las perspectivas de crecimiento presentan «riesgos para los planes de consolidación fiscal del gobierno francés».
En una nota difundida hoy, Moody’s insistió que «actualizará la información a disposición del mercado en el primer trimestre de 2012 dentro de una iniciativa para examinar nuevamente la arquitectura completa de nuestras calificaciones soberanas en la Unión Europea».
Hoy, los mercados parecieron desestimar la decisión de S&P de reducir la calidad crediticia de nueve países de la eurozona, entre ellos Francia.
La atención económica seguramente quedará centrada en Grecia, que intenta recibir nuevos fondos de ayuda con los inversionistas privados para evitar la bancarrota.
Sarkozy viajó hoy a España, cuya calidad crediticia fue rebajada dos peldaños el viernes por S&P.
En una audiencia con el rey Juan Carlos I de España, antes de reunirse con el presidente del gobierno Mariano Rajoy, Sarkozy no mencionó la declaración de la calidad crediticia, pero dijo que «España y Francia tienen mucho que hacer para que Europa pueda salir de la repetida crisis en la que ha permanecido en los últimos tres años».
El Rey dijo confiar que Francia y España ayudarán a Europa a encontrar la forma de superar la crisis, ya que ambas naciones «luchan juntas por el avance de una Europa unida y próspera».
En París, el ministro de Hacienda de Sarkozy, Francois Baroin, defendió la actuación de su país.
«Las inversiones raramente no conllevan riesgos», dijo el lunes en la capital francesa. «Pero si hay una inversión sin riesgo alguno, es la inversión en la deuda soberana de nuestro país, cuyos bonos figuran entre los más seguros del mundo».
Piden calma ante crisis
El presidente francés Nicolas Sarkozy pidió valor, calma y unidad para superar la crisis financiera y prometió ayer nuevas reformas, sin mencionar la pérdida de la máxima calificación crediticia de AAA en su primera aparición pública desde la degradación.
La decisión del Standard & Poor’s de reducir la calidad crediticia de Francia a AA+, anunciada la noche del viernes, fue un golpe para la confianza nacional y las perspectivas de Sarkozy de obtener un nuevo mandato, tres meses antes de la primera ronda electoral.
Además, podría tener profundas consecuencias en Europa, potencialmente encareciendo el fondo de rescate para asistir a las naciones de la eurozona en apuros económicos. Al mismo tiempo, Standard & Poor’s redujo la calidad crediticia de otros países europeos, entre ellos Italia y España, por no adoptar medidas contundentes para salir de la crisis.
El presidente francés no se había pronunciado hasta ahora sobre la reducción, dando la cara su ministro de Hacienda y el primer ministro ante la medida, que había sido ampliamente anticipada.
Aunque evitó mencionar la reducción el domingo, Sarkozy usó el discurso en conmemoración del centenario del nacimiento de uno de los fundadores de la Quinta República francesa, el primer ministro francés Michel Debré, para hacer campaña electoral.
«Esto es una prueba y ya que lo es, tenemos que encararla, tenemos que resistir, tenemos que luchar», dijo Sarkozy en el centro de Francia. «Tenemos que demostrar valor y tenemos que demostrar calma».
El candidato presidencial socialista Francois Hollande, que encabezaba los sondeos de opinión incluso desde antes de la reducción, dijo que la medida fue el resultado de la fracasada política de Sarkozy.
«No se responde a una crisis de esta magnitud con agitación, comentarios desabridos y polémicas», respondió el domingo Sarkozy.
Según el mandatario, Francia debe demostrar valor para emprender reformas y prometió anunciar varias «decisiones importantes» antes de fin de mes —sin aportar detalles— para encarar la crisis.
Su gobierno tuvo que reducir dos veces los gastos presupuestarios el año pasado para cumplir la promesa de equilibrar el presupuesto en 2016. El ministro de Hacienda Francois Baroin dijo que pese a la degradación no serán necesarias nuevas medidas de austeridad.