Se oponen a sanciones contra Sudán


Sanciones. El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, impulsó aprobar sanciones contra Sudán por Darfur.

China, Rusia y Sudáfrica se opusieron ayer a la posición británica y de Estados Unidos de sancionar a Sudán en momentos en que Jartum se encuentra cooperando con las Naciones Unidas en Darfur.


El presidente estadounidense, George W. Bush, le habí­a dado una «última oportunidad» al gobierno de Sudán para terminar con el «genocidio» en la región de Darfur a riesgo de enfrentar sanciones más duras. Posteriormente, el portavoz del Departamento de Estado dijo que Washington está dispuesto a darle «semanas» al gobierno sudanés para cumplir con su promesa de permitir el ingreso de una fuerza de paz a Darfur.

De todos modos, Gran Bretaña y Estados Unidos indicaron que iniciarán conversaciones en el Consejo de Seguridad el jueves presentando un borrador para nuevas sanciones contra Sudán.

Pero Rusia y China, dos paí­ses con poder de veto en el Consejo, y a quienes se le sumó Sudáfrica, que también integra el órgano ejecutivo, marcaron su posición de rechazo al borrador.

«Pensamos que no es el momento justo. Serí­a muy extraño», dijo el embajador ruso ante la ONU Vitaly Churkin.

«Â¿Por qué tenemos que ser tan negativos?», se preguntó. «Luego de un largo perí­odo, nos encontramos con esta especie de desarrollo positivo del diálogo entre las Naciones Unidas y Jartum, y de pronto, aparecer con algún tipo de sanción, no serí­a bueno».

El representante chino ante la ONU, Liu Zhenmin, estuvo de acuerdo.

«Es mejor no moverse en esa dirección (sanciones)… Muchas partes se han acercado al gobierno de Sudán. Existe acuerdo en torno al paquete de medidas pesadas (despliegue de 3.000 cascos azules)», dijo. «Hemos sido informados que el despliegue puede completarse para fin de año».

Este lunes Sudán aceptó, tras semanas de demoras permitir la llegada de 3.000 cascos azules y helicópteros a Darfur para apoyar las mal equipadas fuerzas de la Unión Africana que intentan traer estabilidad a la región.

Las fuerzas de paz de la ONU brindarán apoyo logí­stico, comunicaciones, inteligencia y apoyo por aire a las 7.000 tropas de la Unión Africana que luego de cuatro años han fracasado en detener una sangrienta lucha étnica en la región occidental de Sudán.

Para Dumisani Kumalo, representante de Sudáfrica en la ONU, «resulta sorprendente que hablen de sanciones cuando Sudán ha realizado notorios avances al aceptar el paquete de medidas pesadas (despliegue de 3.000 cascos azules) planteado por la ONU y han aceptado la asistencia planteada por Ban Ki-moon (jefe de la ONU)».

«Plantear sanciones ahora es muy contraproducente. ¿Cuál es el punto?», se preguntó.

Mientras tanto, el diario The New York Times, citó este miércoles un informe confidencial que indica que Sudán utilizaba sí­mbolos de las Naciones Unidas en aviones para transportar armas y bombardear poblados en la maltrecha Darfur, en una clara violación de la resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

El titular de las Naciones Unidas Ban Ki-moon dijo al respecto que exigí­a una rápida clarificación de Jartum.

La portavoz de las Naciones Unidas Michele Montas dijo que Ban, actualmente de visita en Italia, «observaba con profunda preocupación la evidencia presentada a miembros del Consejo de Seguridad sobre los vuelos de armas y munición pesada hacia Darfur en violación» a una resolución del Consejo de Seguridad.

«El se encuentra especialmente preocupado por los informes que indican que naves de la aviación privada o nacional han sido ilegalmente señalizadas con sí­mbolos de las Naciones Unidas con fines militares», dijo.

Los cuatro años de guerra civil que vive Darfur, una región del oeste de Sudán, causaron más de 200.000 muertos y más de dos millones de refugiados, según cifras de la ONU que el gobierno sudanés, sin embargo, desmiente.

Washington acusa a las tropas sudanesas y a la milicia árabe Janjaweed -apoyada por el gobierno- de genocidio durante la terrible represión del levantamiento de una minorí­a étnica no árabe en febrero de 2003.

«(Ban Ki-Moon) observaba con profunda preocupación la evidencia presentada a miembros del Consejo de Seguridad sobre los vuelos de armas y munición pesada hacia Darfur en violación», aseguró la portavoz de la ONU.