Piden integración latinoamericana


Conferencia. El secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, durante una conferencia de prensa en México.

La integración de América Latina es necesaria para que la región pueda influir en los temas internacionales, advirtieron ayer el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza y el ex presidente de Chile Ricardo Lagos.


«Si no hablamos con una sola voz no seremos escuchados en este mundo global de grandes regiones», señaló Lagos en una conferencia con la que cerró el seminario «América Latina ¿Integración o fragmentación?».

El ex mandatario recordó que las primeras propuestas de una integración latinoamericana surgieron casi a la vez que en Europa, a mediados del siglo pasado, pero denunció que «ha habido mucha retórica, pero nos deja un sabor amargo en que no hemos avanzado como debí­amos».

Por su parte, Insulza advirtió que «la tendencia que muchas veces tenemos los latinoamericanos de ir cada uno por su cuenta, de ver cómo nos va por el mundo globalizado está chocando con una realidad y es que hoy en dí­a los paí­ses no cuentan por sí­ sino más bien las regiones y los grupos de paí­ses».

Por ello, consideró posible comenzar la integración a partir de los problemas comunes de los paí­ses de la región, como la pobreza, la discriminación, los recursos energéticos, la reforma de los sistemas financieros, la gobernabilidad o la inseguridad.

«Estamos en condiciones de avanzar los paí­ses en una integración polí­tica y eso significa tomar el instrumento que tenemos que es el Grupo de Rí­o, que se reúne todos los años a nivel de presidentes», aseguró por su parte Lagos.

El polí­tico chileno indicó que serí­a necesario hacer del Grupo de Rí­o «algo tan simple como una agenda en que queremos ponernos de acuerdo en una posición común o consensuar las diferencias respecto de la agenda internacional sobre la cual tenemos que pronunciarnos».

Lagos reconoció que el tema de la integración comercial ha complicado «enormemente» el proceso, por lo que propuso seguir el ejemplo de Europa, donde «los paí­ses más grandes entendieron que tení­an que hacer sacrificios para los paí­ses más pequeños».

«Si no entendemos que tiene que haber concesiones asimétricas, entonces no vamos a avanzar», alertó.

Sugirió un modelo para comenzar la integración que denominó como «geometrí­a variable», que partiendo de un mí­nimo común y a partir de ahí­ cada paí­s elige en qué apartados quiere integrarse y cuáles no y puso como ejemplo la adopción del euro en Europa.

Anteriormente, en otra conferencia, Insulza habí­a rechazado que en la región se hayan formado bloques diferenciados y en cambio sostuvo que hay «tendencias distintas y una gran posibilidad, una gran esperanza de tener un camino común más allá de estas diferencias».

En este sentido, para el secretario general de la OEA la firma de tratados comerciales bilaterales con Estados Unidos por parte de algunos paí­ses no es incompatible con la integración, y afirmó no conocer a ningún paí­s que la haya ido mal tras firmar un acuerdo comercial de libre comercio con Washington.

Por otro lado, en una mesa redonda sobre la pobreza, que fue señalado unánimemente como el principal problema de América Latina, expertos internacionales indicaron que el comercio por sí­ sólo no resolverá esta cuestión, sino que es necesaria una polí­tica pública más decidida por parte de los gobiernos.

Tanto la vicepresidenta para América Latina y el Caribe del Banco Mundial (BM), Pamela Cox, como la directora del Grupo de Lucha Contra la Pobreza del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), Nora Lustig, criticaron el bajo nivel de recaudación de impuestos en la región.