El presidente ílvaro Colom dijo en entrevista a un medio radial que la Reforma Fiscal no fue apoyada por el sector privado derivado de situaciones como el caso Rosenberg, el nombramiento de titular en Banguat y la destitución de Ví­ctor Rivera como ministro de Gobernación. Además asegura que, a pesar de no haber leí­do el libro Rendición de cuentas, de Juan Alberto Fuentes, sabe que este contiene algunas mentiras.

El mandatario indicó que no ha leí­do Rendición de cuentas, escrito por su exministro de Finanzas y amigo personal, donde el exfuncionario explica que la Reforma Fiscal no se pudo concretar debido a que Colom no dio el apoyo frontal que se requerí­a para ello.

“No lo comparto, lo respeto, no he leí­do el libro y no quiero leerlo, él es mi amigo, pero allí­ hay cosas que me han pasado que no son ciertas”, aseguró el mandatario.

Según Colom, este documento deberí­a haberse publicado luego de su gestión, “por lealtad” y dijo que no ha conversado con él luego de la publicación del libro. “Pero yo no estoy en bronca, para bailar un tango se necesitan dos”, señaló.

“PORQUE ERA YO”
Lo que sucedió respecto a la reforma tributaria, según el gobernante, es que hay una oposición sistemática del sector privado respecto a la aprobación de la reforma fiscal.

“Hay intereses en sectores que no quieren que se les toque”, indicó el mandatario. Así­ también se refirió a que no se han aprobado leyes como la Antievasión II, la de Secreto Bancario y que esta no se impulsó “porque era ílvaro Colom”.

Temas como el caso Rosenberg, el nombramiento en el Banco de Guatemala, Banguat, y la destitución de Ví­ctor  Rivera como ministro de Gobernación, fueron los que según el mandatario provocaron la negativa de los empresarios organizados.

EL PROBLEMA
Según el mandatario, la presión de los empresarios se centró en la negativa a que se destituyera a Ví­ctor Rivera como ministro de Gobernación, e incluso, dijo se le responsabilizó directamente si alguno de ellos era secuestrado.

Colom indicó que se procedió de esta manera, pues se encontró al ahora exministro haciendo un “trabajo privado en Honduras”, sobre lo cual ya se le habí­a advertido.

Por otro lado, según Colom, para dirigir el Banco de Guatemala se buscaba a otra persona y no a Edgar Barquí­n, por lo que esto también le trajo descontento del sector privado organizado.

Finalmente, el funcionario señaló que el caso Rosenberg fue lo que generó mayor conflicto con los empresarios, a quienes acusó de “sedición”, pues se le acusó sin tener ninguna prueba.

“Dios va a juzgar a esa gente, Rosenberg no estaba en condiciones adecuadas y lo convencieron de que lo que decí­a era cierto, pero falta ver quién lo convenció. Hubo gente que se aprovechó, manifestaban, pero sabí­an que yo no podí­a matar a nadie”, aseguró Colom.

Sobre este tema, el mandatario agregó que era necesario que se contramanifestara con personas afines al Gobierno, de lo contrario “¿quién me iba a defender?” cuestionó Colom, agregando que las movilizaciones se pagaron con recursos del partido y de los financistas.

En el libro, Fuentes también señala el poder que ejercí­a la ex primera dama, Sandra Torres, a lo que Colom señaló que ésta fue una percepción que se generó a nivel mediático por información distorsionada. Además, respecto a su divorcio, indicó que “no habí­a posibilidad de gobernar y hacer campaña bajo el mismo techo, hubiera sido un infierno mayor”.