Terminó 2011 para dar paso al Año Nuevo 2012 (cuidado con los cheques), en medio de un gran estruendo de cohetes y contaminación del ambiente y basura en las calles. Muchas personas, especialmente niños y de la tercera edad sufrirán afecciones respiratorias al inhalar el humo expedido por la quema de la pólvora de esos tronadores, además del daño a los oídos. Es decir, para muchas personas ese Feliz Año Nuevo no será tan feliz, así como por los accidentes que se producen por la imprudencia de quienes no acatan las prevenciones de: “si maneja no beba, y si bebe no manejeâ€, ahora hay que agregar: “si maneja no hable por celular y si habla por celular no manejeâ€.
El ser humano es así, caprichudo, hace lo que le viene en gana sin otorgarle unos segundos al razonamiento para evitar catástrofes, enlutar a las familias, en estos días de por vida, y dejarla con una serie de problemas, y que vean cómo los solucionan, que al fin y al cabo el difunto ya no se entera.
Pero ya me alejé del tema propuesto en el acápite, el del cobro de la energía eléctrica por la empresa o empresas suministradoras de ese fluido, al suponer que todos por ser los días que son, debemos consumir más energía que de ordinario, y así se reporta con buena alza, y ante eso no queda más que pagar porque si no llega el corte y después la reconexión también con exceso.
Estos casos abundan, y no de ahora. En una ocasión una casa estuvo vacía quince días, en una de estas temporadas, pues ambos esposos, jóvenes, salieron al mismo tiempo de vacaciones y aprovechando también se las dieron a la empleada, el inmueble se lo dejaron recomendado a un familiar que vivía cerca para que llegara a dar sus vueltas por la mañana, temprano de la tarde y otro tantito al empezar la noche y encendían solo un foco, salían y regresaban a eso de las nueve para apagar el bombillo. El objetivo era que se viera entrar y salir gente, era un consumo mínimo; no acostumbraban hacer Nacimiento ni írbol de Navidad. Ese mes por lo tanto, el consumo de energía fue mínimo, pero ¡oh, sorpresa!, cuando llegó el recibo correspondiente parecía que le habían proporcionado corriente eléctrica a los adornos de la 6ª. avenida y la Reforma, juntos.
Bueno, se presentó el reclamo respectivo en la Empresa Eléctrica, una gran fila de reclamantes, los que atienden se malhumoran, es natural, incluso hay algunas de las personas a quienes se les va un poquito la vara; al llegar el turno del caso que comento, el informante dijo: “es que la computadora no se equivocaâ€; el reclamante respondió: “la computadora no, pero el que ingresa los datos síâ€. Aplausos y risas de los de la fila. De todos modos hubo que pagar la energía que no se utilizó.
De manera pues, que para este Feliz Año Nuevo 2012, hay que preparar suficiente dosis de bilisrrubina y tener a mano un pichel de ruibarbo para que el colerón no sea tan fuerte, por si acaso, y ¡Feliz Año Nuevo!