El presidente estadounidense George W. Bush, que busca conseguir financiamiento para combatir en Irak, y líderes demócratas del Congreso, que intentan imponer un retiro de las tropas, se reúnen el miércoles en la búsqueda de un acuerdo que aún no se vislumbra posible.
Enfrentados en un conflicto de una semana sobre un proyecto de financiamiento para las guerras en Irak y Afganistán, gobierno y oposición están listos para un encuentro a puertas cerradas en la Casa Blanca en medio de pocas señales de que alguna de las partes esté dispuesta a ceder terreno.
«Las consecuencias de un fracaso podrían ser muerte y destrucción en Medio Oriente y aquí en Estados Unidos», advirtió Bush esta semana. «Espero que los líderes demócratas dejen de lado sus irrazonables demandas para un retiro precipitado» de Irak, agregó.
El líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid dijo el martes que no había decidido que le diría a Bush, pero insistió en que era necesario «un cambio de política» en Irak.
«Va a estar sentado al lado mío», dijo Reid. «A menos que se tape los oídos, va a tener que escuchar», dijo el senador opositor, que irá acompañado a la Casa Blanca de la portavoz demócrata en la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi.
«La portavoz y los líderes demócratas irán a la Casa Blanca a expresar el deseo del pueblo estadounidense, de una mayoría bipartidaria del Congreso y de muchos líderes militares», dijo Brendan Daly, portavoz de Pelosi.
Demócratas en el Congreso dijeron el martes que esperan que la semana próxima este listo para llegar al despacho de Bush el proyecto de financiamiento de emergencia para Irak -que incluiría un calendario de retiro de tropas-, y que podría desatar un conflicto ante la amenaza de veto presidencial.
«Queremos intentar (que el proyecto llegue al despacho de Bush) la próxima semana», dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado Harry Reid poco antes del encuentro con el presidente.
Los líderes demócratas se reunirán con Bush para discutir sobre el tratamiento de una ley que dispone un aumento de 120.000 millones de dólares en gastos para Irak, aprobada en las dos cámaras, pero con una condición impuesta por la oposición: un calendario de retiro de las tropas estadounidenses.
La versión de la Cámara de Representantes dispone un retiro de las tropas para septiembre de 2008. En cambio la versión del Senado establece que el retiro se inicie a mediados de 2007 con el objetivo de completarse para el 31 de marzo de 2008.
Mientras gobierno y oposición continúan la discusión sobre el financiamiento y el retiro de tropas, el Pentágono anunció que está a pocas semanas de tener que cortar algunos programas por falta de fondos en Irak y Afganistán, y Bush insiste que un retiro precipitado implicará declararse vencido por el terrorismo.