El presidente surcoreano instó el lunes a su rival Corea del Norte a que utilice la transición de poder tras la muerte de Kim Jong Il para que dé paso a una nueva era de paz en la tensa península coreana, aunque acotó la invitación con una advertencia a Pyongyang de que se abstenga de cualquier provocación.
El presidente de Corea del Sur, Li Myung-bak, hizo sus declaraciones en su mensaje de Año Nuevo al gobierno norcoreano, ahora dirigido por el hijo de Kim, Kim Jong Un. Li dijo tener grandes esperanzas de un avance este año en las negociaciones sobre el programa nuclear de Corea del Norte.
Sin embargo, Li advirtió que Seúl responderá con firmeza a cualquier provocación de Corea del Norte.
Las relaciones entre las dos Coreas llegaron a su punto más bajo en décadas desde el naufragio de un buque de guerra surcoreano en 2010, donde murieron 46 marineros. Ese mismo año, Corea del Norte lanzó un bombardeo mortífero contra una isla limítrofe. Las dos Coreas, sin embargo, se han reunido en los últimos meses para sostener discusiones preliminares sobre el tema nuclear.
Los comentarios de Li, en un discurso televisado a todo el país, se produjeron mientras el joven hijo del difunto Kim asume el poder en Corea del Norte como comandante supremo del Ejército y del partido gobernante.
Corea del Norte prometió el domingo en un mensaje de Año Nuevo que reforzaría su poder militar y defendería al hijo, Kim Jong Un, «hasta la muerte».
«La situación en la península coreana está entrando ahora en un nuevo punto de inflexión», dijo Li. «Pero debe haber una nueva oportunidad en medio de los cambios y la incertidumbre», agregó.
Corea del Norte, que ha probado dos dispositivos atómicos desde 2006, ha dicho que quiere regresar a las estancadas conversaciones a seis bandas sobre el freno a su programa de armas nucleares a cambio de ayuda humanitaria. Washington y Seúl, sin embargo, insisten en que el régimen norcoreano debe mostrar primero avances en los compromisos de desarme anteriores.
Si Corea del Norte detiene sus actividades nucleares, dijo Li en su discurso, las negociaciones podrían reanudarse.
«Estamos dispuestos a resolver los problemas de seguridad en la península coreana y proporcionar asistencia para reactivar la economía de Corea del Norte a través de acuerdos en las conversaciones a seis bandas», dijo Li.
Corea del Norte, sin embargo, hasta ahora ha adoptado una línea dura hacia su vecino del sur. La semana pasada advirtió que no habría ninguna flexibilización de su postura hacia el gobierno de Corea del Sur después de la muerte de Kim Jong Il. La poderosa Comisión Nacional de Defensa norcoreana dijo que el país nunca trataría con Li.
Las conversaciones a seis bandas incluyen a las dos Coreas, Estados Unidos, China, Rusia y Japón.
La península coreana se mantiene técnicamente en estado de conflicto, ya que la guerra entre los dos vecinos entre 1950 y 1953 acabó gracias a un armisticio, no a un tratado de paz.