El gobierno sirio ha retirado sus tanques y armas pesadas de las ciudades y ha excarcelado a unos 3.500 prisioneros, aunque las fuerzas de seguridad siguen matando a los manifestantes pese a la llegada de observadores extranjeros, dijo hoy el jefe de la Liga írabe.
Nabil Elaraby dijo que los francotiradores que respaldan al régimen siguen actuando en Siria y exigió una tregua completa, pero a pesar de la continuada represión del régimen, enumeró los logros de los observadores de la Liga írabe desde su llegada al país.
Los monitores deben verificar que Siria cumple el plan de la Liga írabe para poner fin a nueve meses de cruenta represión de los disidentes.
El presidente Bashar Assad accedió al plan el 19 de diciembre, pero desde la llegada de los observadores de la Liga írabe el martes pasado, los activistas sostienen que las fuerzas gubernamentales han matado a más de 150 personas, su gran mayoría desarmadas y que se manifestaban pacíficamente.