Los líderes políticos más importantes del mundo reaccionaron con «horror» y «solidaridad» a la masacre en el campus de la universidad estadounidense de Virginia Tech, que dejó ayer aproximadamente 30 muertos, aunque también cuestionaron la venta libre de armas.
Los mensajes de condolencia a los familiares de las víctimas se suceden, enviados por la reina de Inglaterra, Isabel II, por el presidente francés, Jacques Chirac, por dirigentes de Canadá, de Australia, o, más inesperadamente, de Irán.
Isabel II dijo «estar conmocionada y entristecida al enterarse del tiroteo en Virginia», a unos 425 km al sudoeste de Washington. «Seguirá siendo informada» de los desarrollos de la tragedia, indicó un portavoz del Palacio Real.
«Vivimos hechos terribles en Port Arthur. Pero fue eso lo que nos llevó hace 11 años a adoptar medidas para limitar la venta de armas», declaró por su lado el primer ministro australiano, John Howard.
El 28 de abril de 1996, Australia fue escenario de una de las peores masacres del mundo en la ciudad de Port Arthur, en Tasmania, donde un francotirador, Martin Bryant, mató a 35 personas.
«Anunciamos nuestra determinación para que la cultura de las armas de fuego, tan nefasta en Estados Unidos, no esté vigente en nuestro país», dijo Howard.
«El choque y el horror de este acto se sintieron en toda Canadá. En nombre del gobierno de Canadá y de todos los canadienses, deseo presentar mis más sinceras condolencias a la familia y a los amigos de las víctimas de esta tragedia sin sentido y desear una rápida recuperación a los heridos», comentó el ministro canadiense de Seguridad Pública, Stockwell Day.
«Como vecinos, compartimos vuestra tristeza, y como amigos, deploramos esta pérdida de vidas», agregó en su comunicado.
Jacques Chirac, por su lado, «se enteró con horror y consternación de la masacre de la Universidad de Virginia» y «dirige al presidente George W. Bush, a las familias de las víctimas y al pueblo estadounidense sus condolencias y su total solidaridad», indicó un comunicado de la Presidencia.
Irán, que rompió sus relaciones diplomáticas con Estados Unidos en 1980, «lamenta, condena (este acto) y presenta sus condolencias al pueblo y a las familias de las víctimas», aseguró el portavoz del ministerio iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Ali Hosseini.
Un acto de este tipo es contrario «a los valores divinos y humanos», añadió.
El diputado liberal canadiense Michael Ignatieff también mencionó la tragedia en la Cámara de Diputados. La masacre «deja a los canadienses atónitos y horrorizados», afirmó.
El alcalde de Montreal, Gerald Tremblay, escribió a su homólogo de Blackwell, la ciudad donde está ubicada la universidad Virginia Tech, para expresarle su solidaridad, y subrayó que «aunque Montreal ha vivido sucesos como estos en dos oportunidades, nunca se acostumbra a lo inconcebible y al horror».
El papa Benedicto XVI denunció este martes «la absurda tragedia» que se produjo en el campus de la universidad estadounidense Virginia Tech, donde 32 personas murieron el lunes, en un telegrama de condolencias.
«Profundamente apenado por el tiroteo en Virginia Tech, su santidad el papa Benedicto XVI me pidió que hiciera saber a las víctimas, sus familias y toda la comunidad universitaria que están presentes en sus plegarias más sinceras», señala el telegrama firmado por el número dos del Vaticano, el secretario de Estado Tarcisio Bertone, y dirigido al obispo de Richmond, Xavier DiLorenzo.
Tras «esta tragedia absurda», el Papa pide también a Dios que «consuele a todos los que lloran» a las víctimas.