Dolientes sollozaban, se golpeaban el pecho y caían de rodillas a medida que la carroza fúnebre avanzaba por las calles de Pyongyang con el cuerpo del presidente norcoreano Kim Il Sung cubierto con una bandera roja y adornado con magnolias blancas.
Pero en ese cálido día del verano boreal de 1994, mientras lloraban por el líder al que llamaban «Padre», comenzaban a prometer lealtad a su hijo, el siguiente líder Kim Jong Il, una figura solemne y sombría en un traje azul oscuro con una banda negra alrededor de su brazo izquierdo.
En el mismo lugar, pero 17 años después, se esperan muestras similares de dolor cuando Corea del Norte dé sepultura a Kim Jong Il en medio de un frío invernal durante dos días de ceremonias fúnebres el miércoles y el jueves. Al igual que en 1994, los eventos serán observados muy de cerca en busca de indicios sobre quién ganará poder y quién caerá en desgracia bajo el próximo líder, su hijo Kim Jong Un.
Sin embargo, probablemente este funeral de estado también tendrá algunas de las características del gobierno de Kim Jong Il, entre ellas una mayor presencia militar para el hombre que dio mayor prominencia a las fuerzas armadas como parte de su política de «songun» (los militares primero).
Kim, cuyos restos son velados desde que murió el 17 de diciembre, celebraba las ocasiones especiales con desfiles suntuosos, meticulosamente orquestados para lucir el poderío militar de la nación, tal como la muestra de octubre de 2010 en que presentó al mundo a su hijo y próximo sucesor.
«Una exhibición de armamento también podría ser una forma de demostrar que las fuerzas armadas permanecen leales al proceso de sucesión», dijo Ahn Chan-il, del Instituto Mundial para Estudios sobre Corea del Norte, con sede en Corea del Sur. «Incluso podría haber un desfile militar en pequeña escala que incluya aeronaves».
Al igual que su padre en 1994, Kim Jong Un se ha mostrado estoico en un traje estilo Mao azul marino en sus presentaciones junto al féretro de Kim Jong Il, pero hasta ahora sin la banda negra en el brazo que éste utilizó en el funeral de su padre para destacarse como el primer doliente.
Kim Jong Un habría sido un niño cuando murió su abuelo y no aparece en las fotos del funeral de 1994. Pero es evidente por cómo se le ha visto en el período de duelo por la muerte de su padre que está bien entrenado en la conducta que se espera de él como heredero del líder de la nación.
Es probable que el funeral del abuelo sea tomado como base para los eventos de esta semana.
En aquella época, los detalles del funeral en un país aislado en gran medida de Occidente estaban envueltos en el misterio, sólo revelados después de que la televisión estatal difundió segmentos de ellos en lo que fue el mejor vistazo que el mundo pudo dar a la oculta nación comunista.
La mayoría de los extranjeros, salvo por los que ya vivían en Corea del Norte, quedaron marginados, y se espera que ocurra lo mismo esta semana, aunque el reverendo Moon Hyung-jin, estadounidense e hijo del reverendo Sun Myung Moon —fundador de la Iglesia de la Unificación, con sede en Seúl_, tiene pensado asistir al funeral del miércoles, de acuerdo con autoridades eclesiásticas. La familia Moon tiene vínculos comerciales con el Norte.
En 1994, la formación del comité para el funeral fue examinada muy de cerca en busca de indicios de quién se esperaba ganara poder en la era posterior a Kim Il Sung. De la misma forma, los observadores escudriñaron los 232 nombres en la lista de la semana pasada.
Las tomas captadas el martes por Associated Press Television News en Pyongyang mostraban largas filas de personas que portaban ofrendas florales y ramos de flores blancas en dirección a un edificio con una enorme imagen de un sonriente Kim Jong Il en su fachada. Colocaron las flores detrás de la fotografía, inclinándose y llorando mientras permanecían de pie en el frío. Algunos prometieron lealtad a Kim Jong Un.
Economía
Una delegación surcoreana que visitó Corea del Norte para ofrecer sus condolencias por la muerte del líder de ese país regresó a Seúl hoy tras reunirse con el próximo gobernante Kim Jong Un.
La breve reunión de Kim el lunes con un grupo encabezado por una ex primera dama de Corea del Sur y una importante líder empresarial le mostró a Seúl que él ha sido confirmado en su nueva función al frente de la estructura de gobierno del país.
Los surcoreanos también se reunieron con Kim Yong Nam, presidente del presidio del Parlamento de Corea del Norte, según mostraron tomas de APTN. Con frecuencia representa al país y es considerado un jefe de estado simbólico.
Ambas partes accedieron a trabajar para que se implementen los acuerdos alcanzados en las reuniones de 2000 y 2007 entre ambos países, los cuales están encaminados a ampliar la cooperación económica, dijo brevemente la Agencia Noticiosa Central Coreana, perteneciente al gobierno norcoreano. Un portavoz de una de las delegaciones confirmó posteriormente que se habló sobre esos acuerdos, que beneficiarían financieramente a Pyongyang.
Las principales delegadas fueron la viuda del ex presidente surcoreano Kim Dae-jung —que orquestó una política de diálogo con Corea del Norte y sostuvo una reunión histórica con Kim Jong Il en 2000_, así como la presidenta del Grupo Hyundai, Hyun Jeong-eun, cuyo difunto esposo tenía vinculos con los norcoreanos. Pyongyang envió delegaciones a Seúl cuando murieron los esposos de las mujeres.
Durante la reunión con los visitantes, Kim Jong Un les agradeció después de que expresaron sus condolencias por la muerte de su padre. Kim Jong Il murió el 17 de diciembre.
Permanecieron de pie sobre una alfombra roja y se inclinaron en silencio en el Palacio Kumsusan, donde el féretro con el cadáver de Kim Jong Il permanece rodeado de flores y flanqueado por una guardia de honor, según mostraron tomas de AP Television News en Pyongyang.
Después Kim Jong Un y las dos mujeres se estrecharon las manos y conversaron brevemente. No fue posible escuchar de qué hablaron.
Mientras tanto continuó el duelo a pesar del clima helado. El funeral de Kim Jong Il se llevará a cabo el miércoles.
La gente siguió haciendo fila en la plaza Kim Il Sung de Pyongyang, donde el retrato enorme de éste fue reemplazado por uno de Kim Jong Il, para inclinarse ante la imagen y ofrecerle flores.