A pesar de los progresos, no más de dos millones de enfermos de sida en países en desarrollo se beneficiaban de una triterapia a fines de 2006, aunque más de siete millones la necesitaban de manera urgente para sobrevivir, señaló un informe publicado hoy por la OMS, ONUSIDA y UNICEF.
La cantidad de enfermos sometidos a triterapia en los «países de ingresos débiles o intermedios» aumentó un 54% entre diciembre de 2005 y diciembre de 2006, al pasar de 1,3 a 2,015 millones, subrayó la Organización Mundial de la Salud (OMS), el programa común de la ONU sobre el VIH/sida (ONUSIDA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Pero estos resultados, considerados «alentadores» por las tres organizaciones internacionales, están lejos del objetivo que la OMS y ONUSIDA esperaban alcanzar a fines de 2005 en los países pobres o en transición: someter a triterapia al menos a la mitad de los enfermos en riesgo de muerte en ausencia de un tratamiento rápido.
A fines de 2006, no más de un enfermo de cada cuatro (28%) tenía acceso a los medicamentos antiretrovirales (ARV). Entre los menores de 15 años, la tasa de cobertura caía a 15%: sólo uno de cada seis de los cerca de 780.000 niños que necesitaban rápidamente una triterapia accedían a la misma.
«Los niños siguen siendo el rostro oculto de la pandemia de sida», lamentó en un comunicado la directora general de la UNICEF, Ann Veneman.
De los 2,3 millones de niños seropositivos o enfermos de sida, más del 90% habrían sido infectados por su madre.
«Aún hay un largo camino por recorrer, en particular en la ampliación del tratamiento destinado a prevenir la transmisión madre-hijo del VIH», que es sin embargo «uno de los medios de prevención más simples y más económicos», reconoció el director ejecutivo de ONUSIDA, Peter Piot.
En los países en desarrollo, sólo un 11% de las mujeres embarazadas portadoras del virus del sida se benefician de esta profilaxis, según el informe.
Se deben superar «importantes obstáculos» para alcanzar el objetivo mundial de acceso universal a la prevención, al tratamiento y a los cuidados de aquí al 2010, indica el informe. Pero se han logrado «progresos considerables», asegura el doctor Piot.
En Africa subsahariana, más de 1,3 millones de enfermos de sida se hallaban bajo medicamentos antiretrovirales (ARV) a fines de 2006, o sea un 28% de los que la necesitaban con urgencia, mientras que en 2003 la tasa de cobertura era sólo de 2%, con 100.000 pacientes en tratamiento.
Principal víctima de la pandemia, Africa subsahariana cuenta con cerca de 25 millones de seropositivos o enfermos de sida de unos 39,5 millones en el mundo, según ONUSIDA.
Los precios de los ARV de primera intención bajaron entre 37% y 53% en los países pobres de 2003 a 2006, lo que facilitó el acceso al tratamiento, pero el costo elevado de las terapias de segunda línea, a utilizar en caso de resistencia a los primeros ARV, «podría comprometer el futuro de los programas de tratamiento», advierten la OMS, UNICEF y ONUSIDA.
El acceso universal «exigiría que al menos 9,8 millones de personas sigan un tratamiento en los países con ingreso débil o intermedio en 2010». Si seguimos al ritmo actual, con 650.000 a 700.000 enfermos por año iniciando una triterapia, «menos de cinco millones de personas serían tratadas en 2010», alerta asimismo el informe.
Mejorar la prevención, la detección, el tratamiento de las infecciones infantiles, el papel de la circuncisión para «reducir el riesgo de infección» y la lucha contra la tuberculosis figuran entre las recomendaciones del informe para «mejorar la respuesta mundial al sida».