El nuevo gobierno de España aprobará un conjunto de medidas urgentes la semana próxima a medida que lucha por sacar al país de su grave crisis económica, anunció hoy la vicepresidenta del gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.
Al término de la primera reunión del gabinete español, Sáenz de Santamaría se abstuvo de dar detalles de las iniciativas que aprobará el 30 de diciembre, pero dijo que incluyen cancelar nuevas contrataciones en el servicio civil salvo en áreas cruciales, como las fuerzas de seguridad.
Asimismo dejó entrever que continuará la congelación de sueldos entre los servidores públicos.
Sin embargo, Sáenz de Santamaría agregó que las medidas aumentarán las pensiones para ajustarlas a los costos de la vida.
Dijo que la prioridad del gobierno es reducir el abultado déficit presupuestario. Agregó que el 31 de marzo, el gobierno presentará a las Cortes Generales una propuesta que limita el gasto público.
España se ha comprometido a reducir su déficit fiscal de 11,2% del PIB en 2009 al objetivo que fijó la Unión Europea para 2013, de 3%.
Sáenz de Santamaría agregó que España reformará su sector bancario en el primer semestre de 2012.
La vicepresidenta, también portavoz del gobierno, fijó el 7 de enero como plazo para que los patrones y sindicatos presenten un nuevo pacto de reforma laboral dentro de los esfuerzos del gobierno para lograr la recontratación de casi cinco millones de desempleados en el país.
Previamente, la ministra de Empleo y Seguridad Social, Fátima Báñez, confió en que empleadores y sindicatos logren un acuerdo.
El presidente del gobierno español Mariano Rajoy ha advertido que si las partes no alcanzan un pacto, el gobierno impondrá sus propias medidas.
España tiene una tasa de desempleo de 21,5%, la más alta entre los 17 países que utilizan al euro como moneda.
El país también tiene un déficit presupuestario abultado mientras persiste la debilidad de la economía tras una recesión de casi dos años detonada por el estallido de la burbuja de los bienes raíces.
El Partido Popular de Rajoy logró una victoria arrolladora en los comicios del 20 de noviembre con el compromiso de reactivar la economía de España.
La nación redujo de manera considerable su gasto y adoptó varias reformas durante el gobierno socialista anterior en un intento por convencer a los inversionistas y a la Unión Europea, pero las iniciativas han sido infructuosas para dinamizar la economía.
A principios de semana, Rajoy se comprometió a la adopción de nuevas medidas de austeridad por un total de 16.500 millones de euros (21.600 millones de dólares).
Con el fin de impulsar el empleo, también se comprometió a impulsar reformas y alivios fiscales para las pymes, que conforman el grueso de la actividad económica.