Celdas solares, fibras de vidrio y carbón son la base de ’Eolian’, un auto solar fabricado por un grupo de 19 orgullosos estudiantes chilenos apto para competir en una carrera a nivel mundial que se celebrará en octubre próximo en Australia.
El funcionamiento de ’Eolian’ o ’Dios del viento’ fue ya probado en el árido desierto de Atacama, más de mil 500 km al norte de Santiago, bajo condiciones similares a las que presenta el lugar donde se realizará el World Solar Challenge 2007, el máximo desafío de inventores de autos solares.
«Lo llevamos al desierto de Atacama, ya que éste es muy parecido al desierto australiano, donde competiremos en octubre», dijo Claudio Vergara, mentor del proyecto desarrollado por 19 estudiantes de ingeniería de la Universidad de Chile.
En el desierto chileno ?el más árido del mundo?, ’Eolian’ logró funcionar aunque no alcanzó la velocidad para hacerlo competitivo en el torneo de Australia.
Las pruebas a que fue sometido arrojaron una velocidad promedio de 50 km/hora y un máximo de 100 km/hora.
«Lo que importa es la velocidad media, cuando la potencia que te entrega el sol es igual a la potencia que tu gastas en las ruedas», aclaró Vergara.
Tras las pruebas, el grupo de ingenieros trabaja a toda máquina en mejorar las piezas que lo hagan más veloz.
«Lo que hicimos fue construir un auto solar con piezas de bajo costo. Lo que más hay en el auto ahora es ingeniería, por lo que para competir debemos mejorar las piezas», dijo el creador del proyecto.
’Eolian’ hasta ahora ha significado un costo para sus realizadores de unos 56.000 dólares, pero ellos estiman que se deben inyectar al menos cinco veces mas recursos para hacerlo verdaderamente competitivo.
«Para hacerlo competitivo necesitamos unos 280.000 dólares», dijo Vergara, quien espera que el dinero salga de aportes de empresas privadas.
El World Solar Challenge es el campeonato mundial de autos solares, que consta de un recorrido de unos 3.000 km. En 2007 se llevará a cabo su décima edición. En la competencia participó antes un auto solar desarrollado en México.
La historia de ’Eolian’ se remonta a marzo de 2006, cuando cuatro estudiantes se ingeniería se entusiasmaron con el proyecto. Con el paso de los meses se fueron uniendo más estudiantes.
«Cuando pensé en la idea se me unieron tres compañeros. Como éramos pocos, fuimos donde un profesor que nos ayudó antes con un auto eléctrico. Luego la universidad nos apoyó con fondos y el dinero estuvo recién en diciembre del año pasado», contó Vergara.
Finalmente el auto quedó listo en febrero pasado.
«’Eolian’ es algo que te abre puertas a las áreas de desarrollo y te confirma que siempre puedes aspirar a más», agregó el mentor del proyecto.
Para que el auto funcione, el sol debe brillar sobre las celdas que cubren el 80% vehículo, lo que genera energía eléctrica, la cual se traspasa a las baterías interiores, luego al motor y finalmente a las ruedas.
El auto ?compuesto de fibra de vidrio y un pequeño motor eléctrico? tiene tres ruedas y una pequeña cabina para el piloto. Mide cinco metros de largo por 1,8 metros de ancho y pesa unos 250 kilogramos.