Carmen Rosa de León Escribano, del Instituto de Enseñanza para el Desarrollo Sostenible, IEPADES, señaló que el sistema hospitalario nacional se encuentra colapsado debido a la gran cantidad de heridos con arma de fuego que deben atender. Por ello, esta institución apoya a la Asociación ERAS para evitar los disparos al aire en esta Navidad.
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De León Escribano indicó que es debido a la emergencia que se genera por la violencia, y en particular por las heridas con arma de fuego, que las enfermedades comunes y otras emergencias han sido desplazadas y dejan de ser prioridad en los centros de atención hospitalaria.
Además, indica que la inversión que se hace en equipo y médicos para atender estos casos es lo que ha provocado la situación en que se encuentran los hospitales nacionales.
“El herido de arma de fuego entra en una situación crítica, normalmente está entre la vida y la muerte, con daños demasiado grandes y esto hace que absorba toda la atención médica hospitalaria en ese momentoâ€, indica la entrevistada.
PARA TODA LA VIDA
Por su parte, Alexander Gálvez, de la Asociación Transiciones y quien se encuentra en silla de ruedas, ya que fue víctima de una bala, indica que el costo hospitalario de atención por este tipo de violencia oscila entre los Q20 mil por 7 u 8 días.
Sin embargo a esto debe sumarse otros gastos de asistencia, como en su caso, que implican tratamientos contra los problemas secundarios por la herida de bala; “hay que atender la vejiga, una silla especial, de úlceras, infecciones, problemas con los pulmones, etc.â€, indica Gálvez.
Según el consultado, luego de salir del hospital se debe continuar con diversos tratamientos para los cuales los centros asistenciales no están preparados, además de que el Estado no brinda atención posterior a los afectados con las balas.
í“scar Sacahuí Reyes, de ERAS, (Elisa Reyes Asociación), recordó que una bala afecta no sólo al herido o en el peor de los casos al fallecido, sino a toda la familia, pues por experiencia propia sabe que la vida cambia después del incidente. Su madre, falleció la medianoche del 24 de diciembre de 2009 a causa de una bala perdida con la que alguien “celebró†la llegada de la Navidad.
SE REDUCEN LOS HECHOS
Sacahuí Reyes también destacó que gracias a la campaña de “Fiestas de Fin de Año sin Disparos al Aire†que se realizó el año pasado, la cantidad de zonas en donde se registraron estos hechos se redujeron pues pasaron de 40 en 2009 a nueve en 2010.
Por ello, la campaña vuelve a lanzarse, esta vez con el apoyo de IEPADES y Transiciones, por lo que se hace el llamado a denunciar cuando se sepa de un caso de disparo al aire.
El entrevistado señaló preocupante que hay personas que aún creen que una bala disparada al aire se “desvanece o desintegra†y recuerda que un impacto de estos es similar a un disparo directo.
“Hay estudios que revelan que una bala puede recorrer hasta tres kilómetros. Cuando sucedió lo de mi madre, hicimos un rastreo de donde podría venir el disparo y encontramos denuncias de personas que escucharon disparos al aire en un radio de tres kilómetrosâ€, dijo Sacahuí Reyes.