El Banco Central Europeo otorgó 489 mil millones de euros (639 mil millones de dólares) en préstamos a centenares de bancos a un plazo sin precedentes de tres años para apuntalar un sistema financiero muy presionado por la crisis de la deuda soberana de la eurozona.
Fue la mayor infusión de crédito del BCE en el sistema bancario en los 13 años de existencia de la eurozona.
Los créditos suministrados a 523 bancos superan los 442 mil millones de euros (578 mil millones de dólares) a un año suministrados en junio del 2009, cuando el sistema financiero acusaba los efectos de la sonada bancarrota del banco de inversiones estadounidense Lehman Brothers.
El BCE intenta asegurar que los bancos dispongan de dinero suficiente para que puedan seguir prestando a las empresas. De lo contrario, una contracción del crédito podría acabar con el crecimiento económico y extendería la crisis al resto de la banca.
Las bolsas de valores subieron modestamente al ser anunciada la noticia, cuyo monto superó con mucho los 300 mil millones de euros pronosticados por los analistas, aunque el euro retrocedió a 1,32 dólares.
«El hecho de que el BCE haya adoptado es una buena cosa», dijo la analista Louise Cooper, de la firma BGC Partners.
Ayudar a los bancos podría ser crucial el año entrante, ya que muchos economistas creen que la eurozona se encamina a una recesión. La lentitud del crecimiento hará más difícil que los gobiernos muy endeudados pueda ordenar sus economías. Una recesión en Europa reduciría los ingresos fiscales y complicaría los problemas de la deuda soberana.
Un «default» en los pagos de la deuda de países como Italia y España podría causar una nueva crisis financiera y una nueva recesión global.
El plazo de 37 meses de los créditos permitirá a los bancos aumentar sus reservas por un periodo mucho más largo. Muchos bancos han tenido problemas para adquirir créditos de otros bancos o emitir bonos.
De los 489 mil millones de euros prestados, el 61% fue renegociado por los bancos con otros créditos anteriormente obtenidos del BCE, por lo que solamente 200 mil millones de euros es dinero fresco, según los analistas del Royal Bank of Scotland. Probablemente ese dinero fresco será usado para pagar el vencimiento en el primer trimestre del 2012 de bonos que por 230 mil millones de euros figuran en las carteras de los bancos.
«La buena noticia es que están teniendo efecto las gestiones del BCE para aumentar la liquidez», dijo la analista Jennifer Lee, de BMO Capital Markets. «La mala noticia es que la enorme demanda por esos créditos despierta temores de que los bancos necesitan con urgencia los fondos para aumentar su liquidez. Pero por lo menos tienen a dónde acudir».